Administracion De Medicamentos

Administración de medicamentos

10 de October del 2016

Fundamento del procedimiento

    El fármaco es una sustancia química que actúa sobre determinados sistemas orgánicos del organismo, modificando su comportamiento.

    Si el efecto del fármaco es favorable para el organismo, la sustancia se denomina medicamento. Si al contrario, el efecto es desfavorable, se le denomina tóxico.

    Un fármaco puede tener tres nombres:

1.       Marca registrada: es el nombre comercial, el nombre con el que se vende (Aspirina).

2.       Nombre químico: denominación química del nombre de! fármaco (Ácido acetilsalicílico).

3.       Nombre genérico: recoge la acción del producto químico en concreto (Analgésico).

    El personal de Enfermería debe de estar al día de los nuevos productos farmacéuticos que salen al mercado y para ello existen diferentes medios.

Publicaciones de las casas comerciales.

Revistas médicas y de Enfermería con información actualizada.

Departamentos de farmacia de todos los hospitales que tienen información actualizada al respecto.

    Además, los fármacos pueden ser de tres tipos:

1.       Semisólidos: pomadas, cremas…

2.       Sólidos: polvos, pastillas, cápsulas…

3.       Líquidos: jarabes, aerosoles…

Aspectos legales en la administración de medicamentos

    La administración de un fármaco es una función delegada de órdenes médicas. Debe realizarse siempre previa orden médica escrita, receta… Si la orden se da por teléfono debe procurarse cuanto antes que quede constancia por escrito.

    Es importante que los profesionales sanitarios conozcan:

Legislación vigente que define y delimita sus funciones.

Los límites de su propio conocimiento y destreza ya que si se sobrepasan pueden quedar expuestos a demandas por negligencia.

    Bajo la ley los profesionales de Enfermería son responsables de sus propias acciones independientemente de que haya una prescripción médica.

    En los hospitales los narcóticos y barbitúricos se guardan bajo llave en un armario.

    Existen impresos especiales para registrar los narcóticos. La información requerida comprende:

Nombre del paciente.

Fecha y hora de administración.

Nombre del fármaco.

Dosis y nombre de la persona que administró el narcótico.

Nombre del médico que lo prescribió.

    En general la orden médica puede ser:

Con límite de tiempo: por ejemplo, administrar determinada dosis de un antibiótico sólo hasta un día antes del hemocultivo.

Orden permanente.

Efectos de los medicamentos

Efecto terapéutico: efecto primario pretendido, es decir, la razón por la cual se prescribe el fármaco.

Efecto secundario o efecto lateral: aquel que no se pretende con el uso del fármaco. Es generalmente previsible. Algunos efectos secundarios son tolerados por los efectos terapéuticos del fármaco y sólo los efectos dañinos justifican la interrupción de la medicación.

Toxicidad de un fármaco: es el resultado de la sobredosificación, de la ingestión de un fármaco que estaba indicado para uso externo, o en acumulación sanguínea a causa de una alteración en el mecanismo de excreción (efecto acumulativo).

Alergia a los fármacos: es una reacción inmunológica a un medicamento al cual la persona está sensibilizada. Cuando el paciente se expone por primera vez a una sustancia extraña (antígeno), el organismo reacciona produciendo anticuerpos. Es la llamada reacción inmunológica. Pueden ser leves o graves, desde dos horas hasta dos semanas después de la administración del fármaco.

Tolerancia a un fármaco: se da en pacientes con una actividad fisiológica muy baja en respuesta a dicho fármaco lo cual requiere incrementar la dosis para mantener el efecto terapéutico deseado.

Efecto acumulativo: cuando una persona es incapaz de metabolizar una dosis de un fármaco antes de recibir la siguiente.

Efecto idiosincrásico: es inesperado e individual; un fármaco puede producir un efecto totalmente normal o causar síntomas impredecibles.

    Se produce interacción entre fármacos cuando la administración altera el efecto de uno de ellos o de los dos medicamentos.

    La enfermedad yatrogénica es la causada inintencionadamente por un tratamiento médico.

Acción de los fármacos en el organismo

    La acción de los fármacos en el organismo puede ser descrita en términos de su vida media o tiempo de eliminación.

Comienzo de la acción: tiempo que pasa desde que se administra la medicación hasta que el organismo comienza su respuesta a la misma.

Pico del nivel de plasma: el nivel plasmático más alto logrado por una dosis única, cuando la cantidad eliminada de medicación iguala a la cantidad absorbida.

Vida media de un medicamento, vida media de eliminación: el tiempo requerido por el proceso de eliminación para reducir la concentración del medicamento a la mitad de lo que era cuando se administró inicialmente.

Meseta: la concentración mantenida de un medicamento en el plasma durante una serie de dosis programadas.

Farmacocinética

    La farmacocinética es el estudio de la absorción, distribución, transformación biológica y excreción de los fármacos.

1. Absorción: es el proceso por el cual el fármaco pasa al torrente sanguíneo; es la primera etapa en el movimiento del fármaco dentro del torrente sanguíneo.

Varios factores afectan a la absorción del fármaco en el estómago:

La comida: puede retrasar la absorción del medicamento, puede también combinarse con moléculas de otros fármacos cambiando su estructura molecular, inhibiendo o evitando su absorción.

Medio ácido del estómago: que varía según la hora del día, comida ingerida y la edad del paciente. Algunos medicamentos al combinarse son incapaces (o su capacidad está muy limitada) de disolverse en los líquidos gastrointestinales.

Forma de administración: algunos fármacos son absorbidos antes de llegar al estómago. Ejemplo: Nitroglicerina, se administra sublingual donde es absorbida a los vasos sanguíneos que llevan directamente al corazón. Si se traga se absorberá al torrente circulatorio, llegará al hígado donde se destruye.

Un fármaco inyectado en los tejidos subcutáneo o muscular es absorbido al torrente circulatorio. Es la vía de elección cuando se quiera conseguir un efecto rápido.

Algunos fármacos pensados para ser absorbidos de forma lenta se preparan en un medio de baja solubilidad como el aceite para ser absorbido lentamente en un largo espacio de tiempo.

La absorción de un fármaco desde el recto hasta el torrente circulatorio suele ser impredecible. Por tanto, esta vía se usa cuando no disponemos de otra vía o cuando el fármaco debe estar en el recto o en el colon sigmoideo.

2. Distribución: etapa durante la cual el fármaco es transportado desde su zona de absorción hasta su zona de acción.

    Cuando un fármaco entra en la corriente sanguínea llega más rápidamente a los órganos más vascularizados (hígado, riñón…). Las zonas del organismo con menor aporte sanguíneo (piel y mucosas) reciben el fármaco más tarde.

3. Biotransformación biológica: también llamada detoxicación, es un proceso por el cual el fármaco es convertido en una forma menos activa.

    La mayoría de las transformaciones biológicas ocurren en el hígado. Hay muchas enzimas metabolizadoras de fármacos en las células hepáticas que detoxican los fármacos, los productos resultantes se llaman metabolitos que pueden ser activos o inactivos.

 

4. Eliminación: es el proceso por el cual los metabolitos y los fármacos son excretados del organismo. La mayor parte de los metabolitos son eliminados por el riñón en la orina, algunos son excretados en las heces, respiración, sudor y saliva y en la leche materna.

Algunos fármacos como los anestésicos generales se excreta n por vía respiratoria, además de los metabolitos. El alcohol es eliminado por los pulmones.

Variables que influyen en la acción de los medicamentos

1. Edad: es un factor a tener en cuenta ya que la gente muy joven y la gente mayor son altamente sensibles a las drogas y, por tanto, reciben menos dosis. El peso corporal también afecta directamente a la acción de los medicamentos: a mayor peso corporal mayor es la dosis requerida.

2. Sexo: las diferencias ligadas al sexo son debidas a dos factores:

Diferencias de la distribución de la grasa yagua.

Diferencias hormonales.

    Las mujeres pesan menos que los hombres, a igual dosis de medicación éstos afectan más a las mujeres que a los hombres.

    Las mujeres tienen más tejido graso que Farmacia de Planta los hombres y los hombres más líquido corporal que las mujeres por lo que los hombres absorben más rápidamente que las mujeres y viceversa, en función de si la droga es más soluble en grasa o en agua.

3. Factores genéticos: un paciente puede ser anormalmente sensible a un medicamento o puede metabolizar una droga de diferente manera que la mayoría de la gente debido a diferencias genéticas.

4. Factores psicológicos: influye cómo se siente un paciente ante una droga por ejemplo, los Placebos.

5. Dolencia o enfermedad: la acción de las drogas está alterada en pacientes con disfunciones circulatorias, hepáticas o renales. Los diabéticos necesitan mayores dosis de insulina en caso de fiebre.

6. Hora de administración: por ejemplo, la medicación oral se absorbe más rápidamente con el estómago vacío. El ritmo de sueño de un paciente puede afectar a la respuesta de un cliente ante una droga.

7. El entorno: sobre todo en aquellos utilizados para alterar la conducta y el estado anímico. Si la temperatura ambiental es elevada, los vasos sanguíneos periféricos se dilatan, por lo que se intensifica la acción de los vasodilatadores. Un ambiente frío y la consiguiente vasoconstricción inhibe la acción de los vasodilatadores por no potenciar la acción de los vasoconstrictores.

Precauciones previas a la administración de un fármaco

1. Administrar el fármaco correcto: parece bastante sencillo, pero cuando se están realizando varias tareas a la vez, aumenta el riesgo de confundir un medicamento con otro. Además, muchos fármacos tienen nombres similares.

    Para evitar errores, tómese el tiempo necesario para comprobar el nombre de cada fármaco que usted administra con los registros de administración de medicamentos.

    En caso de que tenga dudas sobre un medicamento, aclárelas.

2. Administrar el fármaco al paciente correcto: compruebe siempre la identificación del paciente.

    No pregunte «¿Es usted el señor Campos?», es posible que conteste sí sin haberle entendido o incluso que haya dos señores Campos.

    Recuerde que preguntar a un niño pequeño su nombre no es la forma más correcta de verificar.

3. Administrar la dosis correcta: son varios los factores que influyen en la cantidad necesaria para alcanzar una dosis terapéutica, entre ellos la edad, el sexo…

    Debe comprobar dos veces la dosis farmacológica presente con la dosis que está a punto de administrar.

4. Administrar el fármaco por la vía correcta: algunos pacientes cometen el error de partir o masticar tabletas con protección entérica.

    De igual modo aplastar una tableta o cápsula de acción retardada permite que se absorba a la vez una elevada cantidad de fármaco.

    La vía parenteral exige prestar una mayor vigilancia. Los medicamentos parenterales actúan tan rápido que un error puede resultar muy nocivo, incluso letal.

5. Administrar el fármaco a la hora correcta: las concentraciones terapéuticas en sangre de muchos medicamentos dependen de la constancia y regularidad de los tiempos de administración.

    Una forma de evitar errores asociados con las horas de administración es consultar el manual de protocolos farmacológicos del hospital.

6. Educar al paciente sobre el fármaco que se le va a administrar: aproveche cada oportunidad que tenga para educar al paciente y a su familia sobre la medicación

prescrita.

    Resalte la necesidad de una administración constante y oportuna, y asegúrese de que ellos comprendan la importancia que tiene tomar la medicación durante todo el tiempo que dure el tratamiento. Dé al paciente instrucciones escritas.

7. Obtener una historia farmacológica completa del paciente: conocer todos los fármacos que está tomando su paciente puede ayudarle a garantizar su seguridad.

    Pregunte si lo está tratando más de un médico, incluidos el dentista y el psiquiatra.

    No olvide comprobar si el paciente está tomando fármacos sin receta. Tenga en cuenta la ingesta de alcohol y si fuma o no.

8. Averiguar si el paciente tiene alguna alergia medicamentosa: debe distinguir también entre reacciones adversas y alérgicas.

    Una reacción adversa es un efecto farmacológico no deseado. El efecto puede ser incontrolable, problemático o peligroso. Una reacción alérgica es una respuesta física desfavorable ante un efecto químico, no farmacológico.

9. Ser consciente de posibles interacciones farmacológicas o de fármaco/alimento: no podemos enumerar aquí todas las posibles interacciones medicamentosas o entre fármacos y alimentos, pueden producirse muchas. La cuestión es que usted debe ser consciente del peligro y valorar el riesgo que corre su paciente, realizando una detallada historia y controlándole estrechamente.

10.Anotar cada medicamento que se administra.

A) Administración de fármacos por vía gastrointestinal

Objetivos

Administrar medicamentos por vía oral con fines preventivos, diagnósticos o terapéuticos.

Precauciones

La administración de fármacos por vía orales siempre una prescripción médica escrita.

Asegurarse de la correcta comprensión de la orden y aclarar dudas si las hubiera.

Comprobar el medicamento (fecha de caducidad y características organolépticas), la dosis y la vía de administración.

Identificar al paciente por su nombre para evitar confusiones.

Conocer las alergias medicamentosas que pueda tener el paciente.

Asegurarse de que el paciente toma la medicación.

Registrar la administración. Profesional de Enfermería.

Verificar la hora de administración anterior. administrando la medicación oral.

Material

Medicamento prescrito (comprimido, gragea, cápsula, jarabe, solución, suspensión).

Carro unidosis.

Vaso de agua, zumo o leche.

Hoja de tratamiento médico. Hoja de control de administración de medicamentos.

Desarrollo de la técnica

Lavado de las manos.

Explicar al paciente la importancia que tiene tomarse el medicamento prescrito.

Con la hoja de tratamiento correspondiente asegurarse del nombre del paciente, número de habitación y cama, medicamento y dosis a administrar, vía y horario. Esto recibe el nombre de comprobación de los cinco errores.

Ofrecer al paciente el medicamento que debe tomar, preguntándole si quiere agua, zumo o leche para tomarlos. Es conveniente que al darle la medicación le digamos el nombre y la dosis de cada uno de los medicamentos, si es posible, para que se familiarice con el tratamiento por si ha de continuar en su domicilio.

Si el paciente no puede tomar él solo la medicación le ayudaremos. En cualquiera de los casos es necesario asegurarse de que la ha tomado.

Una vez tomada la medicación, dejará registrada en la hoja de tratamiento la hora en que se ha administrado el medicamento o se firmará en la casilla correspondiente a esa hora.

Recogida del material utilizado.

Lavado de manos.

Ventajas e inconvenientes de los fármacos orales

Ventajas

Simples y cómodos. El paciente podrá tomarlos por sí mismos.

Seguros. En sobredosis lavado gástrico.

Económicos.

Inconvenientes

Absorción lenta, inadecuado para tratamiento de urgencia.

Eficacia relativa, dependiente de la absorción gastrointestinal.

Irritación, sabor desagradable, coloración dental…

No adecuados para todos los pacientes.

Riesgos en el hogar (niños).

Consideraciones especiales

No se deben administrar medicamentos en un recipiente mal rotulado.

Nunca debe administrarse un medicamento por otra persona.

No se debe perder de vista el carrito o bandeja de medicamentos.

Los medicamentos no usados nunca se regresan a los recipientes, se desechan o bien se avisa a farmacia.

El desecho de drogas debe realizarse en presencia de otra persona.

Hay que revisar tres veces el medicamento antes de administrarlo.

Se mantendrá al paciente informado en todo momento de los cambios que se produzcan en cuanto a medicación y dosificación.

Los fármacos de sabor desagradable se administrarán mezclados con zumo y con un «sorbete» a fin de que el roce de las papilas gustativas sea el menor posible.

Si el paciente no puede deglutir la tableta, cápsula… se consultará con farmacia si existe una presentación en solución, jarabe…

En caso de negativa del paciente a la toma del fármaco se debe anotar su negativa e informar al médico.

Utilización de tarjetas de identidad para drogas.

B) Administración sublingual

    El medicamento se aplica colocándolo debajo de la lengua del paciente hasta su disolución. Se reabsorbe rápidamente ya que está zona está muy vacularizada. Es por ello que se emplea a menudo en situaciones de crisis cardiaca, hipertensión, etc.

    Recomendaciones generales durante su administración:

No fumar.

No beber líquidos.

Valorar la posible irritación de la mucosa.

Mantenerlo el tiempo necesario, no tragarlo ni masticarlo.

C) La vía tópica

    El fármaco se administra directamente sobre la piel o las mucosas. Produce efectos locales a través de la absorción. Dentro de estas vías destacan:

La administración de pomadas oculares

En primer lugar se limpiarán los párpados con una solución salina isotónica.

Después se quitará el tapón del tubo, teniendo cuidado de no contaminar el extremo del aplicador, no dejando que haga contacto con nada.

Apretar el tubo dejando salir un poco de pomada a lo largo de la parte inferior del párpado.

Mantener cerrados los párpados durante 1 o 2 minutos después de la aplicación para permitir que la medicación se extienda y pueda absorberse.

El paciente puede experimentar visión borrosa durante unos minutos después de la aplicación; esto es normal y se procurará tranquilizarle.

No poner nunca medicación en los ojos si no indica que es de uso oftálmico o para usar en los ojos.

Conocer los efectos adversos o indeseables, detectarlos en caso de que aparezcan y avisar al médico inmediatamente. Entre ellos están: disminución de agudeza visual, visión borrosa persistente, enrojecimiento inusual o irritación al usar el medicamento.

Administración de gotas oftálmicas

Se lavarán las manos minuciosamente antes de proceder a la administración de las gotas oftálmicas.

Sostener el frasco hacia la luz y examinarlo junto con la fecha de caducidad. Si la medicación está decolorada o contiene sedimentos se desechará inmediatamente y se repondrá

con una nueva. Si está en buenas condiciones se calentará entre las manos unos minutos hasta que adquiera la temperatura ambiente.

Se limpiarán los ojos de secreciones con una gasa estéril empapada en una solución irrigante, utilizando una gasa diferente para cada ojo con el fin de no contaminar o extender la infección.

Las gotas se pueden aplicar estando la persona de pie, sentada o acostada, en todo caso se le inclinará la cabeza hacia atrás y hacia el ojo que se va a tratar.

Se tirará del párpado inferior (nunca del superior) sin ejercer presión innecesaria sobre el ojo y con suavidad.

El cuentagotas se coloca sobre la conjuntiva entre el párpado inferior y el blanco del ojo. Se fijará la mano del enfermero, poniendo 2 dedos contra la mejilla o la nariz de la persona aquejada.

El enfermo debe dirigir la mirada lejos del cuentagotas. Se aplicarán las gotas indicadas en número, en el saco ocular, nunca directamente sobre el globo ocular.

Nunca deben ponerse en contacto la superficie del cuentagotas con la superficie del ojo o con las pestañas.

Se eliminará el exceso de medicación con una gasa limpia.

10.Tapar la medicación y guardarla en un lugar resguardado de luz y calor excesivos.

Administración de gotas óticas

Se lavarán las manos minuciosamente antes de proceder a la aplicación de las gotas óticas.

Examinar la medicación incluida la fecha de caducidad. Si está decolorada o presenta sedimentos se desechará inmediatamente.

Calentar la medicación entre las manos durante unos minutos. Agitar el frasco y abrirlo.

Es preferible que para una mejor accesibilidad al oído, el paciente esté acostado del lado contrario al oído afecto.

Coger suavemente la parte superior de la oreja, hacia arriba y hacia atrás, con el fin de enderezar el canal auditivo.

El cuentagotas debe colocarse sobre el oído teniendo cuidado de no tocarlo. Apretar el bulbo del frasco suavemente para que salgan el número estricto de gotas prescritas.

El paciente deberá permanecer acostado en la misma posición durante 10 minutos con el fin de que el medicamento penetre bien en el oído.

Si lo desea se podrá taponar el oído con un tapón de algodón humedecido en las gotas, nunca con el algodón seco (a no ser que lo indique así el médico) pues este absorberá las gotas.

Tapar el frasco y guardarlo en un lugar sin luz ni calor excesivos.

Administración de gotas nasales

Antes de utilizar las gotas nasales, se observará el frasco y la fecha de caducidad.

Las gotas deben caer en la parte posterior de la nariz y no en la garganta, por ello la cabeza estará inclinada hacia atrás mientras que el aplicador deberá estar, en el momento de apretar el bulbo del aplicador, totalmente horizontal.

Respirará a través de la boca para no oler las gotas en los senos ni aspirarlas hacia los pulmones.

Las gotas nasales se contaminan fácilmente, por lo que no se deberá comprar más envases de los que se usan en un tiempo breve.

No se compartirá el envase con otras personas.

D) Administración de inhaladores (vía respiratoria)

    Existen en el mercado farmacéutico multitud de inhaladores con diferentes dispositivos para hacer llegar a las vías respiratorias el principio activo, pero lo más importante en cuanto a la efectividad es lo siguiente:

Hacer las comprobaciones necesarias y prioritarias como la fecha de caducidad, etc.

Hacer que el paciente sostenga entre sus manos el inhalador exhalando todo el aire que pueda.

Sujetar suavemente su cabeza hacia atrás, colocando la boquilla del inhalador en la boca sellando los labios.

Inmediatamente, inhalará una sola vez, llenando los pulmones.

Contendrá la respiración durante varios segundos, transcurridos los cuales exhalará todo el aire de los pulmones de nuevo.

Se repetirá la acción tantas veces como inhalaciones hayan sido prescritas.

Nunca se exhalará el aire a través de la boquilla.

E) Vía rectal

    La vía rectal se utiliza para tratamientos locales (hemorroides) o, sistémicos, en enfermos que no toleran el preparado medicamentosa por vía gastrointestinal con náuseas y vómitos, fármacos inestables que se alteran por los jugos gástricos o porque los pacientes están inconscientes. Los fármacos se administran en forma de supositorios, pomadas y enemas.

    Las complicaciones que pueden surgir al utilizar esta vía de administración son dolor, irritación, taquicardias, hemorragias y fisuras. También pueden aparecer hemorroides e infecciones.

    La administración de fármacos por vía rectal puede producir una reacción vagal por estimulación del sistema nervioso parasimpático, por esta causa está contraindicado en cardiopatías.

F) Administración por vía intramuscular

    Este tipo de administración de medicamentos deposita la sustancia en la profundidad del tejido muscular donde, gracias a la red de vasos sanguíneos puede ser absorbida con rapidez y facilidad. Se recomienda usarla cuando se busca acción y se pretende dar una dosis relativamente grande (hasta 5 mi según el sitio). Las inyecciones intramusculares son recomendadas para personas que no pueden ingerir medicamentos o bien para introducir fármacos que se alteran por la acción de los jugos digestivos. Además, dado que el tejido muscular posee pocos nervios sensitivos, las inyecciones intramusculares permiten administrar soluciones irritantes produciendo menos dolor.

    El sitio para colocar la inyección intramuscular se debe escoger con mucho cuidado, teniendo en cuenta el estado físico general de la persona y el objetivo de la medicación. No se debe aplicar inyecciones de este tipo en tejidos inflamados, edematosos o irritados, en zonas con lunares, marcas de nacimiento, tejidos en periodo de cicatrización u otras lesiones en general. También pueden estar contraindicadas en individuos con mecanismos de coagulación alterados y en quienes padecen vasculopatía periférica oclusiva, edema y choque, estados que entorpecen la absorción periférica. Las inyecciones intramusculares exigen técnicas de esterilización para proteger la integridad del tejido muscular.

Nalgas

    El lugar dorsoglúteo se emplea más frecuentemente para inyecciones intramusculares en los adultos debido a que el glúteo mayor, un gran músculo, se encuentra en este sitio y puede absorber grandes cantidades de solución, haciendo que la medicación irritante sea menos dolorosa. Dado que existe el riesgo de traumatismo del nervio ciático y de las arterias glúteas superior e inferior, es necesario que el sitio se localice anatómica mente de modo que la aguja no se inserte en el sitio equivocado.

¿Cómo delimitar la zona dorsoglútea para una IM?

El sitio recomendado es el cuadrante superior externo del área glútea (unos 5 u 8 cm por debajo de la cresta ilíaca) y puede localizarse trazando una línea desde la espina ilíaca postero-superior hasta el trocánter mayor del fémur. Cualquier inyección aplicada por fuera y por encima de esta línea se encontrará a cierta distancia del nervio ciático.

El paciente deberá ser colocado boca abajo con los pies en rotación interna y en flexión plantar cuando se localice el sitio por palpación. Esta posición asegura la relajación del músculo mientras se aplica la inyección. No se debe usar la posición de pie o sentado porque es imposible la relajación del músculo y hay peligro de que una brusca contracción pudiera llegar a romper la aguja.

Dividir la nalga en 4 cuadrantes imaginarios. La línea vertical se extiende desde la creta ilíaca hasta el pliegue medio, hasta la parte lateral de la nalga. Localizar la parte superior externa del cuadrante superior externo. Es importante palpar la cresta ilíaca para que la zona está lo suficientemente alta. Los cálculos visuales sólo pueden dar como resultado una inyección que sea demasiado baja y lesión del paciente.

El lugar ventroglúteo, recomendado por Hochstetter en 1954, es considerada el área más segura para las inyecciones en los niños, y se usa cada vez más en los adultos. Se encuentra situada en el músculo glúteo medio, que está sobre el glúteo menor.

Las ventajas de la zona ventroglútea:

Los músculos glúteos mediano y menor son más gruesos que el mayor.

No hay nervios principales ni vasos en esta zona, y tiene menos grasa.

El paciente puede encontrarse en cualquier posición al aplicar la inyección.

Es más factible que el área no se contamine con materiales fecales y orina.

Brazo

    El sitio del deltoides es más fácil de descubrir y más aceptado por los pacientes. Es el área menos aconsejable debido a que el músculo no es tan grande como los glúteos y el nervio radial se encuentra cerca del sitio de la inyección. Para localizar el sitio de la inyección se traza un rectángulo sobre la cara lateral superior del brazo, por arriba y terminando en el punto opuesto de la axila por debajo. Haciendo un triángulo dentro de estos límites, encontramos el músculo deltoides, a unos 5 cm por debajo de la apófisis acromial. Este sitio puede utilizarse para pequeñas dosis (que no excedan de 1 ml) de medicamentos no irritantes y cuando no se dispone de otros sitios.

    El tríceps también se puede utilizar como zona de inyección, se pone en la cabeza lateral del músculo tríceps en la parte lateral del brazo superior.

    La zona de inyección está a medio camino entre la apófisis olecraneana del cúbito. Este sitio no se utiliza frecuentemente a menos que estén contrariadas otras zonas.

    Pueden utilizarse las posiciones de sentado o tumbado para inyecciones en el deltoides y tríceps.

Muslo

    El sitio laterofemoral o sitio del vasto lateral o externo se localiza sobre la cara lateral del muslo a una cuarta por debajo del trocánter mayor y a una cuarta por arriba de la rodilla.

    No hay vasos o nervios profundos importantes en el área ya que el nervio cutáneo femoral lateral es superficial. La absorción es más lenta en esta zona que en las ya descritas y, por lo tanto, no se debe utilizar con mucha frecuencia para inyecciones. El área más fácilmente accesible con el paciente en posición prono o supino y que se localiza es el que se debe utilizar.

    Con niños pequeños se debe pellizcar el muslo antes de la inyección.

¿Cómo saber si el muslo se encuentra sano o normal?

    Para responder a esta pregunta es necesario que el muslo cumpla las siguientes características:

Se ablanda cuando se relaja y se endurece cuando se tensa.

El muslo relajado no tiene masas palpables endurecidas.

La palpación firme no es incómoda para el paciente.

Ventajas

Los músculos contienen más vasos sanguíneos y un menor número de nervios sensoriales.

Apropiada para volúmenes moderados, vehículos oleosos y algunas sustancias irritantes y suspensiones acuosas.

Se puede administrar la medicación a un paciente poco colaborador, inconsciente o incapaz de deglutir.

Evita la pérdida de efecto farmacológico por vómitos o por la actividad gástrica.

Se consigue un efecto rápido en disolución acuosa. Lenta y sostenida en disoluciones acuosas o suspendida en otros vehículos de depósitos. A menudo se administra la penicilina de esta forma.

Inconvenientes

Posibilidad de lesionar los vasos sanguíneos, provocando una hemorragia.

Descartada durante la medicación anticoagulante.

Puede intervenir en la interpretación de ciertas pruebas diagnósticas.

Posibilidad de lesionar los nervios y causar un dolor innecesario y poder llegar a la parálisis.

La velocidad de absorción después de una intramuscular es mayor en los músculos deltoides y vasto externo que en el glúteo mayor.

La velocidad de absorción en el glúteo mayor es menor en las mujeres. Esto se ha atribuido a la distribución diferente de la grasa subcutánea en el hombre y en la mujer pues la grasa tiene una irrigación relativamente pobre. Lo mismo ocurre a los pacientes muy obesos.

Preparación

Comprobar si no hay alergias.

Comprobar la regla de los 5 correctos.

Comprobar la orden de medicación.

Prepare la dosis correcta del fármaco.

Si se utiliza un vial de más de un uso, limpiar la membrana de plástico con alcohol. Desechar toda aguja que contacte con la membrana del vial o paredes.

Nunca usar un medicamento turbio, con color alterado o precipitado, a menos que las indicaciones del fabricante expresen que el hacerlo así no es peligroso.

Revisar la jeringa ya que el émbolo debe deslizarse por el tubo sin obstáculos. El manguito de la aguja debe encajar en la jeringa a la perfección; la aguja debe estar lisa y recta.

Cubrir la aguja con su cubierta (después de la preparación).

Desechar correctamente los residuos (evitando contactar con la aguja).

Reúna el equipo necesario.

Diríjase a la habitación del paciente.

Actuación

Identificar al paciente y explicar el procedimiento.

Seleccionar la zona.

Proporcionar intimidad.

Limpiar la zona con un algodón y antiséptico, utilizando un movimiento circular.

Quitar la cubierta a la aguja y extraer el aire que haya entrado en la jeringa accidentalmente.

Extender la piel de la zona para que esté firme y facilite la inserción de la aguja.

Pinchar la piel rápidamente con un ángulo de 90° e insertar la aguja dentro del músculo.

Aspirar tirando del émbolo. Si aparece sangre en la jeringa, extraer la aguja un poco y dando una nueva inclinación introducir la aguja de un golpe seco.

Si no aparece sangre, inyectar la medicación continua y lentamente, manteniendo firme la jeringa, para que se disperse dicha medicación dentro del tejido y se eviten molestias.

Quitar la aguja rápidamente, tirando a lo largo de la línea de inserción y sujetando los tejidos con la mano no dominante.

Dar un ligero masaje en la zona con un algodón humedecido con desinfectante y aplicar una ligera presión.

Desechar el equipo según los procedimientos del hospital (las agujas sin capuchón).

Lavarse las manos.

Valorar la efectividad de la medicación 15 o 20 minutos después de la inyección.

G) Administración intravenosa

 

Aunque la colocación de sistemas de administración intravenosa no es estrictamente papel de Enfermería, sí es responsabilidad del enfermero mantenerlos y prevenir complicaciones a lo largo del tratamiento. La decisión de recurrir a la terapia intravenosa pertenece al médico. Una vez que se ha tomado la decisión, Enfermería debe preparar correctamente al paciente, mantener la técnica adecuada de asepsia, y prevenir posibles complicaciones del catéter y de la zona de punción.

Indicaciones

Se administrará medicación por vía intravenosa cuando se desea:

Tratar con brevedad procesos de alta gravedad, como el shock.

Alcanzar y mantener niveles adecuados del fármaco en cuestión, en el torrente circulatorio del paciente.

Administrar medicamentos cuya administración por otras vías está contraindicada.

Administrar grandes dosis de un medicamento.

El tratamiento de un paciente que no puede recibir medicación por otra vía, como por ejemplo un inconsciente, o un paciente aquejado de úlcera gástrica.

Para evitar lesiones de fármacos potencialmente peligrosos en capas subcutáneas e intramusculares.

Retrasar la desactivación del fármaco en el hígado.

Contraindicaciones

En casos en los que el medicamento esté comercializado en forma oral y el paciente pueda tomarlo.

Cuando existan problemas en la coagulación sanguínea.

Elección del punto de perfusión  

Una vez que tenemos la orden médica para la administración de un medicamento por vía intravenosa debemos proceder a la elección del punto donde vamos a actuar. Como norma general, las zonas idóneas de punción y su orden de preferencia son:

Porción inferior del antebrazo y de la mano.

Brazo. Fosa antecubital

    Se debe evitar la perfusión venosa en las piernas ya que en esta zona el riesgo de tromboflebitis y de embolismos es mucho mayor.

    A la hora de elegir la zona de punción venosa hemos de tener en cuenta la existencia de una serie de factores que van a condicionar esa decisión y que son:

1. Duración del tratamiento

En tratamientos cortos, se utiliza la mano o brazo izquierdo, si el paciente es diestro, y al contrario, en caso de que no lo sea. En tratamientos más largos, se deben alternar ambos brazos, evitando las zonas situadas sobre las articulaciones.

Por último, en terapias intravenosas de larga duración, se debe aprovechar al máximo los recursos venosos en miembros superiores, empezando por las venas de las manos para continuar hacia el brazo.

2. Tipo de solución intravenosa prescrita

En soluciones muy ácidas, alcalinas o hipertónicas se deben utilizar venas de mayor calibre, con esto favorecemos la dilución. Del mismo modo, las perfusiones rápidas requieren venas grandes.

3. Tamaño de la aguja o catéter que vamos a utilizar

Es evidente que la vena que elijamos ha de tener capacidad suficiente como para tolerar el catéter o aguja que vayamos a introducir. Los catéteres de mayor calibre se utilizan en la administración de soluciones muy viscosas.

4. Permeabilidad y flexibilidad de la vía

Antes de realizar la punción se debe palpar la vena con el fin de encontrar una que no sea tortuosa, que no esté inflamada, endurecida, o presente tejido cicatrizado.

Cuando se realice una punción en miembros inferiores se deben desechar las venas varicosas; en todo caso, si no hay más remedio, mantener la pierna en alto durante la punción.

5. Edad del paciente

En adolescentes y adultos la zona ideal de punción, normalmente, se sitúa en la mano o antebrazo. Sin embargo, en lactantes, la zona ideal de perfusión son las venas del cuero cabelludo, donde se coloca el catéter y después se cubre con un apósito, al que se le ha practicado un orificio, por donde se puede acomodar el tubo. Especialmente en este tipo de pacientes se debe tener cuidado al escoger el esparadrapo, buscando siempre el que sea menos perjudicial para la piel.

6. Precauciones especiales

Se deben evitar las venas que estén irritadas, lesionadas o infectadas. El estrés que se produce en el paciente cuando le pinchamos puede acarrear complicaciones.

Técnica de punción venosa

    Cualquiera que sea el método de administración intravenosa que vayamos a utilizar se debe realizar una punción venosa:

 

Elección y preparación del material adecuado para la realización de la técnica

 

Colocar el compresor para favorecer el relleno de las venas del brazo

 

Elección de la zona de punción y limpieza de la misma

 

Fijar la vena para evitar movimiento de la zona y tomar referencia del lugar de punción

 

Se realiza la venopunción, y en el momento que se visualiza el reservorio del fiador lleno de sangre, se va retirando el mismo hasta dejar únicamente el catéter dentro de la vena

 

Se comprime la vena con el fin de que la sangre no refluya al exterior y se coloca el tapón antirreflujo para mantener la vía

 

Extracción de analítica de sangre con el material pertinente

 

 

Fijación de la vía venosa para evitar extracciones accidentales e infecciones.

 

Imágenes cedidas por Sergio Vázquez García



Se debe comenzar siempre por la preparación del material que vamos a utilizar, y si vamos a administrar algún medicamento, siempre tendremos en cuenta la regla de los cinco correctos:

Fármaco correcto.

Enfermo correcto.

Dosis correcta.

Horario correcto.

Vía correcta.

    Al mismo tiempo, es conveniente de que nos informemos sobre cualquier posible alergia.

Material

    Torunda con alcohol, ligadura, solución desinfectante para la piel, pomada antimicrobiana, gasas estériles, cinta adhesiva y aguja y catéter que vayamos a utilizar.

    Una vez hechas las comprobaciones y recogido el material, con las manos lavadas, le explicamos al paciente el procedimiento que vamos a realizar.

    Teniendo en cuenta todo lo que hemos visto anteriormente, seleccionaremos la vena donde vamos a pinchar y colocaremos la ligadura (torniquete), después desinfectamos con povidona yodada la zona elegida, desde el centro a la periferia, en un radio de unos 5 cm.

    Se debe inmovilizar la zona dilatada, sujetándola y tirando de la piel hacia abajo.

    Una vez hecho esto, se quita el capuchón de la aguja y se orienta en la dirección del flujo sanguíneo, sosteniéndola con una inclinación aproximada de unos 45° sobre la piel, debiéndose mantener el bisel hacia arriba.

    Una vez que hemos llegado a este punto, debemos decir que hay dos formas de realizar la punción, una por el llamado método indirecto y otra por el método directo.

Método indirecto

    Se procede agarrando firmemente la aguja, y se perfora la piel por debajo del punto donde se piensa que está la vena, aproximadamente, 1,5 cm por debajo de donde queremos perforar la pared venosa. En el momento de punción, si le decimos al paciente que inspire profundamente, le restaremos molestias. Se reduce el ángulo de inserción, hasta que esté paralelo a la piel, después se dirige hacia la vena escogida. En un principio, se debe notar poca resistencia, y esta debe aumentar en intensidad, cuando vayamos a atravesar la pared del vaso. Debemos observar el flujo de sangre para asegurarnos una correcta implantación. Después se canaliza la aguja o catéter en la vía, actuando con una ligera presión hacia arriba con el fin de evitar que perforemos la pared inferior del vaso.

Método directo

    Consiste en pinchar directamente sobre la vena que hemos elegido, con un movimiento rápido. Pero esto exige una gran destreza y no se recomienda su uso hasta tener bastante más práctica. Mediante este sistema es más difícil canalizar una vía, es más aconsejable para la extracción de sangre.

    Después de que se ha realizado la punción, aplicamos pomada antimicrobiana en la zona y colocamos una gasa estéril fijándola con cinta adhesiva, asegurando bien el catéter. Seguidamente, se curva el sistema y también se asegura, teniendo especial cuidado de que no exista riesgo de que se acode, con lo que obstruiría el paso de la solución a administrar.

    Como último paso se debe etiquetar, poniendo en una cinta adhesiva la fecha y hora de punción, tipo y calibre de catéter y las iniciales del enfermero/a.

    Después de recoger el material y dejar al paciente en posición adecuada debemos anotar el procedimiento y observaciones en el libro de registro de Enfermería.

Sistemas de administración intravenosa

Administración directa (bolo intravenoso)

Para suministrar fármacos con gran rapidez.

Ventajas:

El fármaco actúa rápidamente ya que se inyecta directamente en el torrente sanguíneo del paciente, además el efecto del fármaco es más predecible que con otros métodos.

Inconvenientes:

Puede causar shock, es más probable que irrite la vena.

Goteo intravenoso

Para mantener el suministro a un determinado nivel terapéutico.

Ventajas:

Menor irritación que con el método anterior, es fácil de interrumpir.

Inconvenientes:

Puede resultar peligroso si no se vigila el ritmo del flujo. Hay muchos fármacos que pierden estabilidad durante el periodo de tiempo que exige este método.

Sistema intermitente: (adicciones repetidas al sistemade perfusión)

    Para administrar fármacos mezclados con un diluyente. Permite la perfusión intermitente durante un determinado periodo o en forma de dosis única.

Ventajas:

Tiempo de administración más largo que con el sistema directo, y más corto que con el goteo.

Inconvenientes:

Es caro y aumenta la probabilidad de contaminación por el repetido uso del cono de entrada.

Cálculo de dosis y ritmo en la administración I.V.

Cálculo de dosis

    El sistema métrico está organizado en unidades de 10: es un sistema decimal.

    Las unidades básicas pueden ser multiplicadas o divididas por 10 para tomar unidades secundarias.

    Los múltiplos se calculan moviendo el punto decimal hacia la derecha, y las divisiones moviendo el punto decimal hacia la izquierda.

Solamente las medidas de volumen (litro) y de peso (gramo) se usan en la administración de medicación.

    En Medicina y en Enfermería el kilogramo es el único múltiplo del gramo utilizado.

    El miligramo y el microgramo son subdivisiones.

    Las partes fraccionadas del litro se expresan normalmente en mililitros.

    A veces es necesario fraccionar la dosis en mililitros. El enfermero puede fraccionar la dosis en mililitros recordando que un mililitro contiene 20 gotas.

Cálculo de dosis fraccionadas

    La necesidad de calcular dosis fraccionadas surge cuando se debe administrar pequeñas dosis en neonatos o niños.<