Capitulo 109 Alimentacion Parenteral

Capitulo 109: Alimentación parenteral

14 de October del 2016

Autores:

  •  Marisol Jiménez Molina

    •  Correo[email protected]

    •  Titulación académica: Diplomada en Enfermería

    •  Centro de Trabajo: Unidad de Neonatología y UCIP del Hospital de Sabadell. CPT. Sabadell Barcelona. España

  •  Carme Albert Mallafré

    •  Correo[email protected]

    •  Titulación académica: Diplomada en Enfermería

    •  Centro de Trabajo: Unidad de Neonatología y UCIP del Hospital de Sabadell. CPT. Sabadell Barcelona. España

  •  Jordi Torralbas Ortega

    •  Correo[email protected]

    •  Titulación académica: Diplomado en Enfermería

    •  Centro de Trabajo: Unidad de Neonatología y UCIP del Hospital de Sabadell. CPT. Sabadell Barcelona. España

Resumen:

   La alimentación parenteral trata de administrar por vía endovenosa los líquidos y nutrientes necesarios para el paciente, ante la imposibilidad de éste para ingerirlos totalmente por vía enteral.

   Para su administración precisa, en primer lugar de la inserción de un catéter largo adecuado, por el cual se infundirá la solución indicada por el pediatra y preparada por el servicio de farmacia. Nuestro objetivo prioritario es la administración de la solución con los mínimos riesgos para el paciente. Para ello se requiere el seguimiento de un protocolo estricto cuyo propósito es nutrir adecuadamente al paciente pediátrico o neonatal y evitar  al máximo la infección nosocomial, factor decisivo en la valoración de la calidad asistencial hospitalaria.

   Las complicaciones en la perfusión de nutrición parenteral están relacionadas con el catéter, la manipulación del sistema y la solución de la nutrición parenteral.

   Describiremos, dentro de este capítulo, el procedimiento a seguir para la correcta infusión y prevención de complicaciones relacionadas con cada elemento de riesgo

 

Alimentación parenteral

1. Introducción.

   La alimentación parenteral es una técnica de soporte nutricional artificial cuyo objetivo es mantener el estado nutricional correcto del paciente cuando la vía enteral es inadecuada o insuficiente. Inicialmente, su uso se había restringido a las unidades de cuidados intensivos debido al estado de los pacientes y a los cuidados y complicaciones que conlleva este procedimiento, pero la necesidad creciente en pacientes con patología crónica (oncológicos, trastornos intestinales) y el desarrolllo de equipos expertos en soporte nutricional,  ha extendido su campo a la asistencia domiciliaria mejorando así la calidad de estos enfermos. En muchos pacientes pediátricos, la NP ha sido el recurso que les ha provisto de energía para su crecimiento y para la reparación de los tejidos mientras no han podido usar la vía digestiva, especialmente en el caso de pretérminos o neonatos de muy bajo peso, los cuales representan un alto porcentaje de la población pediátrica que requiere NP.

   La indicación de una alimentación parenteral se rige por determinados criterios, ya sean digestivos o extradigestivos, y engloba  un equipo multidisciplinar (personal médico, servicio de farmacia y enfermeras especializadas) para su prescripción, instauración del catéter adecuado, preparación de la fórmula, administración, control y mantenimiento. Existen fórmulas estandarizadas que facilitan la prescripción, garantizan la estabilidad y aportan mayor seguridad con costes más bajos que las fórmulas individualizadas, pero tanto el paciente pediátrico como el recién nacido prematuro o a término presentan cambios importantes y distintos tanto en crecimiento como en gasto energético que, en muchas ocasiones, no permiten la estandarización de la NP.

    Es importante contar con equipos de profesionales especializados que aseguren las condiciones de preparación, la estabilidad de la mezcla y minimicen el riesgo de contaminación, factores que repercutirían gravemente en el paciente. El seguimiento de un protocolo meticuloso que abarque elementos de control y manipulación ayudará a detectar precozmente cualquier tipo de complicación que pueda afectar al paciente, y es en este aspecto donde la enfermera tiene una función determinante.

 

2. Definición.

   La nutrición parenteral consiste en la administración de nutrientes por vía venosa a través de catéteres específicos, para cubrir las necesidades energéticas y mantener un estado nutricional adecuado en aquellos pacientes en los que la vía enteral es inadecuada, insuficiente o está contraindicada.

   Si el aporte de nutrientes es total se trata de una NPTotal; si sólo constituye un complemento nutricional a la vía enteral  hablaremos de NPParcial.

Indicaciones de la NP:

  • Digestivas:

    • Patologías neonatales, congénitas o adquiridas: íleo meconial, atresia intestinal, gastroquisis, onfalocele, enfermedad de Hirschprung complicada, hernia diafragmática, pseudoobstrucción intestinal, enterocolitis necrotizante…

    • Intervenciones quirúrgicas: resecciones intestinales, peritonitis infecciosa, malrotación y vólvulo, trasplantes…

    • Malabsorción intestinal: síndrome del intestino corto, diarrea grave prolongada, enfermedad inflamatoria intestinal grave, fístulas digestivas, enterostomía proximal, linfangiectasia intestinal, algunas inmunodeficiencias, enteritis por radiación…

    • Otros: pancreatitis aguda grave, postquimioterapia, postirradiación, pseudoobstrucción intestinal, vómitos irreversibles, ascitis quilosa, quilotórax…

  • Extradigestivas:

  • Estados hipercatabólicos: sepsis, politraumatismos, quemados, neoplasias, trasplantes, caquexia cardíaca…

  • Recién nacidos pretérmino de muy bajo peso.

  • Fallo visceral: insuficiencia hepática o renal aguda.

  • Oncología: mucositis grave.

   La composición de las mezclas de NP  debe cubrir las necesidades energéticas individuales de cada paciente teniendo en cuenta su estado clínico y  los resultados de los controles de laboratorio. Es importante valorar el volumen final (principalmente en el prematuro de muy bajo peso) y la osmolaridad resultante a la hora de administrar la NP. Los requerimientos calóricos son aportados por los tres macronutrientes principales: hidratos de carbono, grasas y proteínas mezclados con una solución de micronutrientes (agua con vitaminas, electrolitos y oligoelementos).

  1. Hidratos de carbono: se administran en forma de glucosa y es la principal fuente de energía, constituyendo el 50-60% del aporte calórico total, de osmolaridad variable. (Disponibles en soluciones de dextrosa con concentraciones desde el 2,5% hasta el 70% y cuya osmolaridad se calcula multiplicando por 55 la concentración de glucosa en gr/dl).

  2. Emulsiones de lípidos: proporcionan ácidos grasos esenciales y forman parte importante del aporte global de energía no proteica, se recomienda del 30% al 40% del aporte calórico total. Son de baja osmolaridad (de 280 y 340 mosm/l y concentraciones al 10%, 20% y 30%).

  3. Proteínas: se aportan en forma de aminoácidos esenciales y no esenciales y son necesarios para el mantenimiento de los tejidos. Los requerimientos proteicos (entre el 8- 15% de las kilocalorías totales) varían según las necesidades de cada tipo de paciente, ya sea recién nacido, lactante o niño mayor. Se recomienda en recién nacidos prematuros mayor proporción de AA esenciales y que se incluya cisteína, taurina y tirosina, para favorecer un adecuado crecimiento global y cerebral.

  4. Líquidos: todas las sustancias esenciales deben ir disueltas en agua cuyo volumen dependerá de las necesidades de mantenimiento y la sustitución de las pérdidas.

  5. Vitaminas: los aportes se adaptarán a los requerimientos y edad del niño. Los preparados contienen vitaminas lipo e hidrosolubles, excepto vitamina K que se administrará por separado.

  6. Electrólitos: se administran los minerales como el sodio, potasio, calcio, fósforo y magnesio según necesidades. Son importantes a nivel de metabolismo celular y formación ósea. Las cantidades totales de calcio y fósforo están limitadas por su solubilidad y el riesgo de precipitación, por este motivo, en ocasiones, parte de la dosis total del calcio requerido se administrará por separado.

  7. Oligoelementos: las soluciones de oligoelementos contienen zinc, cobre, manganeso, selenio y cromo y forman parte de muchos enzimas. La adición de hierro es controvertida por la mayoría de autores.

3.  Objetivos.

   Objetivo principal de la administración de NP:

  • Mantener o restaurar el estado nutricional del paciente.

  • Objetivos de enfermería en el paciente seleccionado para  NP:

    • Seleccionar la vía de acceso venoso adecuada a la durabilidad de la NP y al estado del paciente.

    • Conservar y administrar la fórmula de NP según protocolo de la unidad consensuado o procedimiento que se describe en este capítulo.

    • Monitorizar factores de riesgo para prevenir complicaciones.

4. Desarrollo del capítulo.

4.1. Procedimiento:

4.1.1.- Equipo y material:

  • Para la instauración del acceso venoso:

Equipo: dependerá del tipo de vía a canalizar (ver tabla I):

  • Vías venosas periféricas: 1 enfermera y una auxiliar para la sujeción del niño.

  • Vías venosas centrales: 1ó 2 enfermeras y 1 auxiliar en catéteres centrales de abordaje periférico; 1 enfermera y 1 pediatra ó 1 cirujano pediátrico para catéteres instaurados en la unidad; 1 cirujano pediátrico, 1 anestesista pediátrico y equipo de enfermería para catéteres de larga duración o con reservorio subcutáneo canalizados quirúrgicamente.

Material para catéteres no quirúrgicos (centrales de abordaje periférico):

  • Gorro, mascarilla y guantes estériles.

  • Mesa de mayo desinfectada para depositar el material.

  • Equipo de ropa estéril: 2 batas, 2 tallas, 2 toallas.

  • Catéter adecuado al tipo de vía a canalizar (drum, epicutáneo, umbilical, catéteres multilumen).

  • Equipo de instrumental estéril: dependiendo del catéter que se instaure deberá componerse de tijeras, pinzas Addson sin dientes y kocher si el abordaje es periférico. Además se precisará de pinzas iris, dilatador, portaagujas y  bisturí si es central o umbilical. Instrumental especial de disección de vena si se diera el caso.

  • Material fungible: jeringas, agujas, compresor estéril si fuera preciso y gasas estériles.

  • Cordonete umbilical si se trata de un acceso umbilical.

  • Seda, apósito oclusivo.

  • Solución heparinizada.

  • Antiséptico (clorhexidina alcohólica al 0,5%) para la piel.

TABLA I

CARACTERÍSTICAS DE LOS ACCESOS VASCULARES PARA NP

ACCESO

INDICACIONES

VENTAJAS

DESVENTAJAS

Catéteres umbilicales

 

 

 

NP de corta duración

 (inferior a 7 días)

Fácil acceso en el

neonato crítico en

los primeros días de vida

Elevado riesgo de

trombosis

Mayor número de

complicaciones

Vía periférica

 

NP de corta duración

NP con baja osmolaridad

( hasta 900 mosm/l y

 concentraciones

de glucosa hasta 12,5%)

 

Acceso fácil

(EESS,EEII, epicraneales)

Bajo coste

Menor riesgo de

complicaciones

Fácil extravasación con

flebitis e infiltración de

tejidos

No soluciones

hipertónicas

Catéter venoso central

de abordaje periférico

(epicutáneo,drum)

 

 

NP de duración corta

intermedia (inferior

a 4 semanas)

Acceso a una vena

central por venopunción

periférica

Menor riesgo de

infección respecto

a los catéteres venosos

clásicos

Inserción con escasas

complicaciones

Ideal en neonatos

Se colocan a pie de

cama

Personal de enfermería

experimentado para su

colocación

Anticiparse a su

inserción antes de la

pérdida de vías

periféricas por punción

Se obstruyen con

facilidad

 

Catéter venoso central

Percutáneo

 

NP de duración corta

intermedia

Catéteres de 1 a 3 luces

que permiten

administración

simultánea de varias

soluciones

Se colocan a pie de cama

Su inserción en vena

yugular interna, subclavia

o femoral aumentan los

riesgos en la colocación

y de la tasa de infección

Catéter venoso

tunelizado  (tipo

Hickman o Broviac) o

con reservorio

subcutáneo

NP de larga duración o

 permanente ( más de

4 semanas)

Ideal para NP domiciliaria

Menor riesgo de

trombosis e infección

Inserción en quirófano

Precisan heparinización

para su mantenimiento

Elevado coste

 

 

Tomado de C. Martínez Costa, referencia 15 en la bibliografía.

 

  • Para la preparación de la NP: la elaboración de la mezcla se realiza en las unidades de farmacia de cada hospital, que nos garantizarán las condiciones de preparación (cabina estéril con campana de flujo laminar), la estabilidad y la compatibilidad de los componentes.(imagen1:farmacia)

imagen1: farmacia

  • Equipo: validación y supervisión de la formulación por el farmacéutico, 1 técnico o enfermera especializados y con competencia evaluada para realizar el proceso.

  • Material:

    • Polainas, gorro, mascarilla, bata estéril y guantes estériles.

    • Componentes de la mezcla: frascos con los macronutrientes  y micronutrientes previamente desinfectados con alcohol de 70%.

    • Equipos de transferencia adaptados a la bolsa seleccionada.

    • Bolsa o contenedor de la NP, tipo EVA (de plástico, multicapa, con baja permeabilidad al oxígeno).

    • Jeringas y agujas necesarias para adicionar electrólitos, vitaminas y oligoelementos.

    • Bolsa exterior fotoprotectora para preservar la NP de la luz UV, para evitar la peroxidación, hasta finalizar su administración.

  • Para la administración de la NP:

Equipo: 1 enfermera y una auxiliar.

Material:

  • Gorro, mascarilla, guantes estériles.

  • Talla estéril para hacer campo.

  • Bombas de infusión: en general se deben usar bombas de infusión volumétricas que administran cantidades determinadas de fluido a velocidad constante. La utilización de bombas con jeringa puede ser útil cuando hay volúmenes pequeños, y en neonatos (imagen2: bombas_de_infusión)

imagen2: bombas de infusión 

  • Sistemas de infusión adecuados al tipo de bomba utilizada: se recomienda que sean de tipo opaco para evitar la peroxidación con la exposición a la luz.

  • Conector en Y, en los casos donde los lípidos se administran separadamente de los demás nutrientes, pero por la  misma vía venosa.

  • Bateria de llaves, sólo en casos muy especiales (sobre todo en neonatos por la dificultad en la canalización de vías) se utilizará en el caso de administrar otros fármacos por la vía de la NP previa verificación de la compatibilidad de todas las sustancias. En este caso, se colocarán válvulas de intermitencia para todos los puertos de las llaves para evitar la exposición directa al exterior de la luz de la vía. En todo caso, se recomienda poner alargaderas (tipo “pulpo”) mejor que

  • batería de llaves. (imagen3: octopus comercializado por casa comercial vygon).

Imagen3: octopus comercializado por casa comercial vygon

  • Filtros: son recomendables ya que retienen la entrada de aire, partículas y bacterias. Se emplean de 1,2 micras para las soluciones ternarias (soluciones con lípidos)  que permiten el paso de las gotas de grasa pero no de partículas mayores o microprecipitados; o se utilizarán de 0,22 micras en las mezclas binarias (soluciones con dextrosa y aminoácidos) (imagen4: filtros).

imagen4: filtros

  • Pomada antiséptica (gel de povidona yodada) para la protección de las conexiones.

  • Gasas y tijeras estériles y esparadrapo.

4.1.2. Descripción del procedimiento:

   Preparación de la mezcla de NP: la preparación debe ser realizada por un equipo experto en soporte nutricional, bajo condiciones de máxima asepsia y con el conocimiento suficiente de la estabilidad y compatibilidad de los componentes de la mezcla. (imagen5:preparación)

Imagen5:preparación

   Para ver las directrices que recomienda la SENPE en el método de elaboración de las nutriciones parenterales se puede consultar la página de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria donde se reseña que: “… debe estar perfectamente definido el orden de mezclado de los diferentes componentes ya que este punto es crucial para evitar incompatibilidades entre ellos y garantizar la seguridad y efectividad de la mezcla.”

    Una vez preparadas, el personal de farmacia hace la distribución de las bolsas de NP a las unidades correspondientes.

Conservación y mantenimiento: las mezclas de NP deben ser correctamente almacenadas, refrigeradas (a 4ºC) y protegidas de la luz hasta su administración. Las soluciones preparadas con lípidos se pueden mantener almacenadas bajo una correcta refrigeración hasta 72 horas.

Conexión del equipo de infusión:

  • Media hora antes de su administración sacar de la nevera la bolsa de NP y los lípidos en el caso de que éstos se administren por separado (en neonatos).

  • Comprobar la etiqueta identificativa del paciente, los nutrientes que se aportan y el volumen final de toda la composición.

  • Observar las características de la solución: que no haya posos ni precipitados.

  • Limpiar la mesa de trabajo con alcohol 70%.

  • Ponerse gorro, mascarilla.

  • Realizar lavado de manos higiénico.

  • Preparar un campo estéril con la talla, donde se dispensará todo el material descrito y necesario para la conexión del equipo.(imagen6: material)

Imagen6: material

  • Lavado antiséptico de manos y colocación de guantes estériles.

  • La auxiliar colaborará en la dispensación del material y en la punción de la bolsa.

  • Montar la secuencia de material si se trata de una administración en Y:

 

equipo + filtro de 0,22 micras (para la bolsa con AA y dextrosa)

 

Conector en Y
línea opaca + filtro de 1,2 micras (para la jeringa con los lípidos)  
 

                                                                                                            

  • Pinchar la bolsa teniendo la llave del equipo cerrada, abrir la llave poco a poco purgando el equipo y procurar que no quede ninguna burbuja de aire en el sistema. Si los lípidos fueran separados  mantener clampado previamente el conector en Y en dirección hacia la línea de los lípidos, una vez purgado el sistema,  seguir el proceso cerrando el conector en Y hacia el equipo y purgar la línea de los lípidos, cerrando después la llave hacia esta línea (imagen7: montaje).

Imagen7:montaje

  • Si la preparación es para NP con otros fármacos : el procedimiento es el mismo, pero en vez de un conector en Y , colocaremos una batería de llaves con sus respectivas válvulas antireflujo purgadas en los puertos libres, se montará la línea de los lípidos en el puerto proximal de las llaves.(imagen8:batería_de_llaves)

Imagen8: batería de llaves

  • Cortar las gasas a tiras e impregnarlas de pomada antiséptica y proteger todas las conexiones guardando una para la posterior conexión al paciente.

  • Proteger con esparadrapo.

Conexión al paciente: cualquier manipulación de un catéter o de un  equipo de infusión requiere lavado de manos antiséptico y la utilización de guantes estériles

  • Cerrar la llave del catéter al paciente para evitar la entrada de aire, existen conexiones tipo Segur-lock que evitan el contacto de la luz del catéter con el exterior.

  • Quitar la protección de la NP anterior.

  • Colocar la nueva infusión en las respectivas bombas y retirar la anterior.

  • Ponerse guantes estériles (previo lavado antiséptico de manos) y realizar la desconexión de una y conexión de la otra.(imagen9: conexión)

Imagen9: conexión

  • Poner la protección a la conexión final. Si los lípidos están separados, iniciar primero la infusión de la bolsa con dextrosa y AA.

  • Despinzar catéter y poner en funcionamiento la perfusión.

  • Anotar en la gráfica de control de NP: la hora del inicio o cambio de la mezcla, la vía de administración, el volumen de líquido a infundir y la velocidad de infusión, ésta última dependerá si se trata de una perfusión continua que permanecerá durante 24 horas o si se trata de una administración cíclica (12-18 horas) en la NP domiciliaria o en casos de esteatosis hepática.

Monitorización del niño con NP:

   La administración de la NP requiere de un personal especializado y conocedor tanto de la técnica como de las complicaciones que se puedan producir durante su ejecución. Es competencia de la enfermera  la evaluación diaria del paciente, el cuidado y mantenimiento del acceso venoso, y por último, asegurar la administración y manipulación adecuadas de la solución para prevenir situaciones que supondrían un riesgo importante para el paciente. Todas las actividades relacionadas en el proceso de la NP deben registrarse en la historia clínica del paciente.

  • Control clínico diario del paciente:

    • Exploración física (valoración del estado de hidratación del paciente y de los pliegues cutáneos, edemas, color de la piel, actividad…)

    • Toma de constantes (FC, FR, Tª, TA, PVC, …)

    • Balance hídrico diario.

    • Antropometría: peso diario, perímetro cefálico en neonatos semanal, talla mensual.

  • Cuidado de la vía de administración de NP:

  • La vía de la NP es de vital importancia tanto en el momento de su inserción como en su mantenimiento posterior. Todo el procedimiento debe realizarse bajo rigurosa asepsia.

  • Todo catéter central para uso de NP debe ser previamente comprobado por radiología.

  • Utilizar una vía única para la infusión de la NP. Si es imprescindible administrar otras drogas en Y con la NP, comprobar siempre compatibilidades entre todos los componentes.(Anexo I)

  • La manipulación para el cambio de apósito se realizará de forma estéril y entre dos personas. El tipo de apósito y la frecuencia de cambio dependerán del protocolo de cada hospital teniendo en cuenta las características del paciente y la tasa de infección. El apósito más aconsejado es el de gasa seca y apósito impermeable a la humedad, ligero y con las mínimas molestias para el paciente. Se recomienda que el punto de inserción quede visible para la valoración óptima diaria. Cambio del apósito: en niños pediátricos se realizará  2-3 veces a la semana coincidiendo con el cambio de la bolsa de NP. En neonatos, el cambio de apósito protocolizado supone un riesgo de contaminación y de retirada total o parcial del catéter, pero se aconseja cambiar cada 7 días, y cuando:

  • Esté suelto

  • Si está sucio o mojado

  • Si el catéter no es permeable y obliga a revisarlo

  • Cuando parte del catéter exterior se haya salido accidentalmente del apósito

  • Inspeccionar el punto de inserción para observar posibles signos inflamatorios sugestivos de infección, lo que obligaría a la retirada del catéter y cultivo del mismo.

  • Se deben tener en cuenta algunos estudios que demuestran que la permanencia superior a tres semanas de un catéter no permanente aumenta considerablemente el riesgo de infección relacionada con el catéter, y resulta más importante en el caso de recién nacidos pretérminos.

  • Al finalizar el tratamiento es preciso cultivar todo catéter por el que se haya infundido la solución de NP.

  • Almacenamiento de las bolsas asegurando la correcta refrigeración.

  • Administrarla a temperatura ambiente.

  • Observar la posible existencia de partículas o precipitados.

  • Cambio del equipo de NP y de las llaves cada 24 horas.

  • Cambio del la bolsa de NP cada 24 horas, siempre a la misma hora.

  • Cambio de la jeringa y la línea de los lípidos cada 24 horas.

  • Cambio de las jeringas y líneas de las drogas administradas en infusión continua en Y con la NP cada 24 horas. 

  • Realizar la conexión con asepsia.

  • Controlar la velocidad de infusión y mantenerla uniforme durante el tiempo prescrito.

  • Si se trata de una perfusión para 24 horas y finalizara antes, se sustituirá por suero glucosado al 10% hasta el inicio de la siguiente solución parenteral. Consultar pediatra de referencia.

  • Si la infusión es cíclica, el catéter se sellará con solución de heparina hasta la próxima administración.

  • Cuidado en la administración de la NP:

  • Controles de laboratorio: dependerán del estado clínico del niño. En el inicio de la NP los controles son más frecuentes y se espaciarán una vez se haya alcanzado la estabilidad metabólica. Se hace imprescindible el control diario de la glucemia capilar y la densidad urinaria; el resto de controles bioquímicos variará según protocolo de la unidad y será decisión del pediatra, inicialmente se realizan controles entre 2-3 veces/semana para pasar a controles semanales o mensuales si la NP es domiciliaria.

 

4.1.3. Pensamiento crítico.

   La nutrición forma parte de los cuidados básicos en enfermería, y es de nuestra competencia la actualización en el  soporte nutricional del paciente. Conocer los riesgos y saber prevenirlos supone calidad en los cuidados, además de reducir la morbilidad y días de estancia hospitalaria.

   En este procedimiento es primordial la formación y la coordinación  de profesionales entrenados para reconocer y solventar con éxito complicaciones, así que el seguimiento de un protocolo riguroso y  controles microbiológicos seriados son unos buenos indicadores para evaluar posibles problemas y corregirlos.

   Existen diversos estudios que señalan la función destacada de la enfermera, desde la instauración del catéter para la NP y su mantenimiento posterior hasta su retirada. En ellos queda demostrado que modificar pautas de actuación incorrectas, como un buen lavado de manos o realizar manipulaciones con técnica aséptica y evitar la rutina, reduce  de forma evidente la incidencia de sepsis (complicación grave y la más común en este tipo de procedimiento).La enfermera puede conseguir un buen control de la infección y de sus causas mediante una hoja de registro específica para el catéter relacionado con la NP,  en la cual queden registrados los datos del paciente, sistema de venoclisis instaurado y los factores de manipulación relacionados con la vía durante su permanencia. Esta información recopilada podrá ser utilizada como estudio y revisión anual de la tasa de infección de la unidad, y nos ayudará a corregir o modificar intervenciones en los cuidados de este procedimiento.

   Con nuestro buen proceder no sólo mejoraremos la calidad de cuidados del paciente sino que se reducen costos hospitalarios de forma significativa.

 

4.1.4. Complicaciones.

   Como en todo procedimiento clínico, la alimentación parenteral tiene  riesgos, algunos no se podrán evitar y surgen de la propia técnica, otros son potenciales y previsibles.

La complicación con más incidencia es la infección, ya que desde el momento de su preparación, la NP es un excelente caldo de cultivo para diversos microorganismos, sobre todo Gram negativos y hongos (ej.: Candida albicans). La complejidad de su preparación así como la adición de las diferentes sustancias con las consecuentes manipulaciones aumentan el riesgo de contaminación, su posterior manejo y administración son puntos clave indicadores de un seguimiento correcto o incorrecto del protocolo.

   Un catéter se puede colonizar o infectar mediante tres mecanismos: vía extraluminal (migración de gérmenes de la piel hacia la punta del catéter por técnica incorrecta en la manipulación o inserción del catéter); vía intraluminal (por contaminación de las soluciones administradas y/o manejo incorrecto de las conexiones); y el último factor que puede influir, sería secundario a otros focos de infección relacionados con la patología del paciente.  La infección puede ser local en el punto de inserción del catéter o en su trayecto, o sistémica cuando el cultivo del catéter o un hemocultivo positivo en sangre periférica  o extraída por el catéter presentan el mismo germen. Los estafilococos y otros gérmenes de la piel son los más habituales, seguidos de los enterococos y flora entérica.

   Las complicaciones metabólicas son de fácil resolución en las NP a corto plazo si se sigue una pauta adecuada. En la actualidad, resulta más preocupante las alteraciones hepatobiliares que se  puedan producir en la administración de una NP prolongada y que pueden llegar al fallo hepático.

   Se recomienda siempre que, debido al alto costo de la técnica y a sus complicaciones, el paso a la vía enteral sea lo más rápido posible,  ya que es la vía más fisiológica y con menos inconvenientes.

(Tabla III, IV)

TABLA III: COMPLICACIONES DE LA NP

 

  A corto plazo

A largo plazo

Mecánicas relacionadas

 con el catéter

– Trombosis, embolismo aéreo, arritmias por el inadecuado emplazamiento del catéter

– Hemotórax,  hemomediastino,  neumotórax  por perforación vascular

– Rotura del catéter provocando embolismo

– Obstrucción del catéter causado por la incorrecta heparinización,  fallo en la perfusión o acodamiento del catéter o del sistema

– Embolia gaseosa por fallo en las conexiones

– Migración del catéter.

– Flebitis causada por la alta osmolaridad

– Extravasación con infiltración de los tejidos adyacentes.

Relacionadas con las

manipulaciones del catéter

–  Riesgo de infección en los prematuros extremos por su sistema

 inmunitario deficitario

– Trombosis y oclusión por ritmo de infusión bajo, características del paciente, tipo de solución o material del catéter (más fácil en catéteres de poliuretano)

– Infección por mala técnica en la cateterización o en su manipulación

– Infección por rotura de las condiciones de asepsia en la preparación de la mezcla

– Infección relacionada con la duración del emplazamiento del catéter y el número de luces

Metabólicas

– Déficit de nutrientes

– Exceso de nutrientes

– Peroxidación lipídica

– Relacionadas con errores en la preparación o en su conservación

– Complicaciones óseas

– Complicaciones hepatobiliares

– Complicaciones renales

– Déficit de nutrientes

– Problemas en el desarrollo

 

 

TABLA  IV: COMPLICACIONES METABÓLICAS

 

Problema

Causas

Efectos secundarios

Controles

R/ con  la dextrosa

– Hipoglucemia

 

– Hiperglucemia

 

– Cese de la infusión

 

– Liberación lenta de la insulina y respuesta disminuida de los tejidos. Inmadurez enzimática. Velocidad de infusión rápida. Concentración elevada de glucosa.

-Convulsiones, daño cerebral

-Diuresis osmótica  deshidratación, riesgo   de hemorragia intracraneal

-Hipercapnia, hiperosmolaridad, hígado graso

 

-Glucosurias y glucemias diarias.

R/ con las  proteínas

– Ratio BUN/creatinina elevados

– Excesiva ingesta de N2

– Falta de fluidos

– Sobrecarga osmolar

– Función renal

– Aminograma

– Balance nitrogenado

 

 

R/ con los

 lípidos

-Hiperlipidemia

-Hiperbilirrubinemia

-Cambios en la función pulmonar

-Oxidación de los lípidos

 

-Infusión rápida

-Inmadurez hepática

– RN con SDR

 

-Exposición a la luz

 

 

 

– Riesgo de kernicterus

-Disminuye niveles de PO2

-Hidroperóxidos tóxicos para el RN

 

– Gasometrias

-Función hepática

-Triglicéridos, colesterol

R/ con las vitaminas y los oligoelementos

 

-Excesivas pérdidas por diarrea, vómitos, heridas, secreciones

 

– Transferrina, Fe, Cu, Zn, Mn

R/ con los electrolitos

-Hiponatremia

 

-Hipernatremia

 

 

 

-Hipokaliemia

 

 

 

-Hiperkaliemia

 

 

 

 

 

-Hipocalcemia

 

 

 

-Hipercalcemia

 

-Escasa ingesta de Na

 

-Pérdida excesiva de agua, ingesta inadecuada de Na

-Ingesta escasa de potasio

 

-Escaso aporte, ↑pérdidas

 

 

 

-Acidosis, fallo renal

-↑aportes

 

 

 

 

-Ingesta pobre en Ca o vitamina D

 

 

-Exceso vitamina D, ingesta inadecuada de P

-Debilidad,hTA, oliguria, ↑FC, convulsiones

-Edema, HTA, sed, convulsiones, HIC

 

 

-Distensión abdominal, alcalosis, trastorno ECG

 

 

-Debilidad, parestesias, arritmias

 

 

 

 

-Tetania, raquitismo, convulsiones

 

 

-Fallo renal, íleo paralítico, arritmias, calcificación ectópica

 

-Controles del equilibrio ácido-base y bioquímica (Na, K, Cl, Ca, Mg, P

R/ con la NP prolongada