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Capitulo 142: Lavado vesical
22 de October del 2016
Autores:
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Cristina Quesada Ramos
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Correo: [email protected]
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Titulación académica: Diplomada en Enfermería
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Centro de Trabajo: Unidad Neonatal del Hospital de Cruces. Barakaldo. Bizkaia. España
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Resumen:
Los lavados de la sonda vesical se realizan con el fin de mantener la permeabilidad de esta, eliminar una obstrucción que está interrumpiendo el flujo de la orina a través de su luz, o bien irrigar la vejiga con medicación.
Se trata de una técnica que suele utilizarse en niños sometidos a intervención quirúrgica genitourinaria o transplante renal, dado que es muy frecuente la presencia de coágulos y fragmentos de mucosidad en la orina tras la intervención.
Existen dos tipos de lavado vesical: continuo e intermitente. El primero proporciona una irrigación vesical sin alterar la esterilidad del sistema de drenaje ni de la sonda, mientras que el segundo puede realizarse mediante un sistema cerrado o abierto (requiere que se abra éste).
Ambos tipos de lavado vesical, y todos los aspectos relacionados con ellos serán objeto de revisión en este capítulo.
Lavado vesical
INTRODUCCIÓN
La inmovilización o la restricción importante de actividades que se produce en pacientes ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales, sobre todo los sometidos a intervenciones quirúrgicas, hacen que disminuya el metabolismo, de lo cual resulta un desequilibrio de nitrógeno y calcio. Este último incrementa la posibilidad de que se formen depósitos de calcio y otros sedimentos en la orina que pueden obstruir las sondas urinarias.
Así mismo, los niños sometidos a cirugía genitourinaria presentan con frecuencia hematuria, pudiendo llegar a obstruirse la sonda vesical si se forman coágulos.
Esta obstrucción de la sonda puede ser evitada o resuelta mediante el lavado vesical continuo o intermitente.
DEFINICIÓN
La técnica de lavado vesical consiste en la introducción de líquido (habitualmente suero fisiológico) en la vejiga y su posterior extracción, bien de forma continua o intermitente, a través de la sonda vesical.
Tipos de lavado vesical:
A.- LAVADO VESICAL CONTINUO
A través de una sonda de 3 vías la vejiga es irrigada continuamente mediante un sistema de irrigación cerrado sin alterar la esterilidad del sistema de drenaje ni incrementar el riesgo de entrada de bacterias en el tracto urinario. También recibe el nombre de irrigación continua de la vejiga
Este tipo de lavado vesical evita la obstrucción de la sonda por coágulos.
B.-LAVADO VESICAL INTERMITENTE
Puede realizarse mediante dos sistemas:
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Sistema de irrigación cerrado
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La sonda vesical de 2 vías se conecta, gracias a un conector en Y, a la bolsa colectora y a un equipo de goteo, de forma que se puede alternar la irrigación y el vaciado de la vejiga.
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Se emplea cuando no existen coágulos sanguíneos o descamaciones mucosas en el drenaje urinario y las irrigaciones vesicales se necesitan con menor frecuencia.
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Sistema de irrigación abierto
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Requiere que se abra el sistema: la sonda vesical se desconecta de la bolsa colectora y se conecta a una jeringa cargada con suero fisiológico para irrigar manualmente la vejiga. También recibe el nombre de irrigación manual de la vejiga.
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Se emplea para desobstruir una sonda taponada por coágulos o mucosidad.
Indicaciones:
El lavado vesical está indicado en niños que presentan:
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Hematuria moderada o severa (cirugía genitourinaria, transplante renal, traumatismo renal cerrado, contusión vesical, etc.).
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Obstrucción de la sonda urinaria.
Contraindicaciones:
Además de las contraindicaciones del sondaje vesical, podemos destacar como propias del lavado vesical:
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Sospecha de perforación o rotura vesical.
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Reflujo vesico-ureteral.
OBJETIVOS
El lavado vesical es un procedimiento que pretende mantener o restablecer la permeabilidad de la sonda vesical, siempre que se sospeche que está obstruida por coágulos, restos quirúrgicos, moco, etc., y para irrigar la vejiga con medicación, si bien esto último no es frecuente en pediatría.
Sondas vesicales para lavado vesical
Las sondas varían en calibre, composición, diseño y longitud.
El calibre exterior se mide en unidades Charriere (Ch) o French (Fr). Cada una de estas unidades equivale a 1/3 de mm., siendo siempre la numeración par.
Se elegirá una sonda de calibre suficiente para permitir la evacuación del contenido de la vejiga y la irrigación de ésta.
Las sondas vesicales permanentes para realizar lavados vesicales en pediatría son sondas Foley, y según su composición podemos diferenciar dos tipos:
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SONDAS DE LÁTEX (siliconizadas o no)
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Son blandas y maleables, de punta roma y multiperforada. Son sondas de primera elección en postoperatorios, controles de diuresis, retención aguda de orina, etc.
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Poseen un balón para su fijación vesical. Pueden ser de 2 o de 3 vías.
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Imagen 1: Sonda de látex siliconizado | Imagen 2: Extremos de una sonda de látex siliconizado |
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– SONDAS DE SILICONA
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Son semirígidas y transparentes. Pueden llevar estrías dispuestas en sentido longitudinal a lo largo de toda la sonda, cuya misión es facilitar la eliminación de exudados uretrales que se forman cuando la sonda se mantiene mucho tiempo en la uretra. También poseen un balón de retención para evitar que la sonda se salga de la vejiga.
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Las sondas de silicona son de elevado coste, pero ofrecen dos ventajas: por un lado, irritan menos la vejiga; y por otro, pueden mantenerse sin cambiar más tiempo que las demás. Además, son las más hipoalergénicas, por lo que es preferible su utilización.
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Imagen 3: Sonda de silicona | Imagen 4: Extremos de una sonda de silicona |
Según el número de vías de la sonda, se pueden distinguir dos tipos de sondas útiles para lavados vesicales:
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– SONDAS DE 2 VÍAS
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Son sondas que poseen dos canales: uno de mayor diámetro para evacuar la orina de la vejiga a la bolsa colectora, y otro más pequeño con válvula de conexión Luer que sirve para llenar el globo de de seguridad que impide que se salga la sonda de la vejiga.
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Imágenes 5 y 6: Sondas de 2 vías | |
Imagen 7: Corte de sección de la sonda de 2 vías |
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SONDAS DE 3 VÍAS
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Son sondas con tres luces en su extremo distal: una luz es para conectarla a la bolsa colectora de orina, otra (con válvula de conexión Luer) es para el llenado del globo de seguridad y la otra es para la conexión a irrigación continua.
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En la actualidad no existen en el mercado sondas de 3 vías de calibres adecuados para niños pequeños.
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Imágenes 8 y 9: Sondas de 3 vías | |
Imagen 10: Corte de sección de la sonda de 3 vías |
Se ha de seleccionar una sonda vesical de 2 ó 3 vías en función del tipo de lavado vesical a emplear y la disponibilidad de material. En aquellos casos en que esté indicado el lavado vesical continuo pero no se pueda llevar a cabo por falta de sondas de 3 vías de calibre adecuado, se procederá a realizar lavado vesical intermitente con sistema cerrado alternado irrigación y drenaje.
En la siguiente tabla se pueden ver, a título orientativo, los distintos tipos de sondas vesicales permanentes para paciente pediátricos y sus características:
CALIBRE |
Nº DE VÍAS |
MATERIAL |
CAPACIDAD DEL GLOBO |
LONGITUD |
CASA COMERCIAL |
6 Fr |
2 vías |
Silicona |
5 cc. |
26,5 cm. |
Coloplast |
2 vías |
Silicona |
1,5 cc. |
30 cm. |
Rusch, Silmag |
|
2 vías |
Silicona |
1 cc. |
|
TSK |
|
8 Fr |
2 vías |
Silicona |
5 cc. |
26,5 cm. |
Coloplast |
2 vías |
Silicona |
3 cc. |
30 cm. |
Kendall, Rusch, Silmag |
|
2 vías |
Silicona |
3 cc. |
|
TSK |
|
2 vías |
Látex siliconizado |
3 cc. |
40 cm. |
Kendall |
|
2 vías |
Látex siliconizado |
3-5 cc. |
|
Euromedical |
|
2 vías |
Látex siliconizado |
3 cc. |
30 cm. |
Rusch |
|
10 Fr |
2 vías |
Silicona |
5 cc. |
26,5 cm. |
Coloplast |
2 vías |
Silicona |
3 cc |
40 cm. |
Kendall |
|
2 vías |
Silicona |
3 cc. |
30 cm. |
Rusch, Silmag |
|
2 vías |
Silicona |
3 cc. |
|
TSK |
|
2 vías |
Látex siliconizado |
3 cc. |
40 cm. |
Kendall |
|
2 vías |
Látex siliconizado |
3-5 cc. |
|
Euromedical |
|
2 vías |
Látex siliconizado |
3 cc. |
30 cm. |
Rusch |
|
12 Fr |
2 vías |
Silicona |
10 cc. |
26,5 cm. |
Coloplast |
2 vías |
Silicona |
5 cc. |
42, 5 cm. |
Kendall |
|
2 vías |
Silicona |
5-10 cm. |
40 cm. |
Silmag |
|
2 vías |
Silicona |
5 cc. |
40 cm. |
Rusch |
|
2 vías |
Silicona |
3-8 cc. |
|
TSK |
|
2 vías |
Látex siliconizado |
5 cc. |
40 cm. |
Kendall, Rusch |
|
2 vías |
Látex siliconizado |
5-10 cc. |
|
Euromedical |
|
14 Fr |
2 vías |
Silicona |
10 cc. |
26,5 cm. |
Coloplast |
2 vías |
Silicona |
5 cc. |
42,5 cm. |
Kendall |
|
2 vías |
Silicona |
5-15 cc. |
40 cm. |
Silmag |
|
2 vías |
Silicona |
5 cc. |
40 cm. |
Rusch |
|
2 vías |
Silicona |
3-8 cc. |
|
TSK |
|
2 vías |
Látex siliconizado |
5 cc. |
40 cm. |
Kendall, Rusch |
|
2 vías |
Látex siliconizado |
5-10 cc. |
|
Euromedical |
|
16 Fr |
2 vías |
Silicona |
10 cc. |
26,5 cm |
Coloplast |
2 vías |
Silicona |
5 cc. |
42,5 cm. |
Kendall |
|
2 vías |
Silicona |
5-15 cc. |
40 cm. |
Silmag |
|
2 vías |
Silicona |
5 cc. |
40 cm. |
Rusch |
|
2 vías |
Silicona |
5-10 cc. |
|
TSK |
|
2 vías |
Látex siliconizado |
5 cc. |
40 cm. |
Kendall, Rusch |
|
2 vías |
Látex siliconizado |
5-10 cc. |
|
Euromedical |
|
3 vías |
Látex siliconizado |
5 cc. |
40 cm. |
Kendall, Rusch |
|
18 Fr |
2 vías |
Silicona |
10 cc. |
26,5 cm |
Coloplast |
2 vías |
Silicona |
5 cc. |
42,5 cm. |
Kendall |
|
2 vías |
Silicona |
5-15 cc. |
40 cm. |
Silmag |
|
2 vías |
Silicona |
5 cc. |
40 cm. |
Rusch |
|
2 vías |
Silicona |
5-10 cc. |
|
TSK |
|
2 vías |
Látex siliconizado |
5 cc. |
40 cm. |
Kendall, Rusch |
|
2 vías |
Látex siliconizado |
5-10 cc. |
|
Euromedical |
|
3 vías |
Silicona |
30 cc. |
42,5 cm. |
Kendall |
|
3 vías |
Silicona |
30 cc. |
40 cm. |
Rusch |
|
3 vías |
Silicona |
15-30 cc. |
40 cm. |
Silmag |
|
3 vías |
Látex siliconizado |
5 cc. |
40 cm. |
Kendall, Rusch |
LAVADO VESICAL CONTINUO
Equipo:
La técnica será llevada a cabo por una enfermera, ayudada por una auxiliar de enfermería.
Material necesario:
|
|
Imagen 11: Adaptador Luer-Lock.
Descripción de la técnica:
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Una vez instaurada la sonda vesical (véase el capítulo Sondaje Vesical), llenado el globo de retención y conectada al sistema colector de orina, comprobar que sale orina hacia el colector.
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Lavado higiénico de manos y colocación de guantes no estériles.
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Clampar con la pinza de plástico la vía de la sonda para la conexión a irrigación.
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Cerrar la pinza del equipo de irrigación y conectar el equipo a la bolsa de suero fisiológico. Colgar la bolsa en el soporte para suero y purgar el sistema. Colgar el extremo libre sobre el soporte para suero de forma que éste no toque nada.
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Retirada de guantes no estériles, lavado higiénico de manos y colocación de guantes estériles.
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Con la ayuda de la auxiliar de enfermería, colocar un paño estéril bajo la conexión de la sonda y el sistema colector.
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Limpiar con gasas impregnadas en antiséptico la luz de la sonda vesical que queda libre, la de irrigación.
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Conectar el extremo libre del equipo de irrigación al adaptador Luer-Lock, y éste a la luz libre de la sonda vesical ayudándose de gasas estériles.
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Desclampar la sonda y adecuar, mediante la pinza del equipo, el ritmo de irrigación al grado de hematuria.
Imagen 12: Esquema del lavado vesical continuo. | Imagen 13: Sonda de 3 vías conectada a equipo de irrigación y a bolsa colectora de orina. |
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Comprobar que sale orina hacia la bolsa colectora.
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Fijar con esparadrapo al muslo la sonda, el tubo de recolección de orina y el equipo de irrigación.
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Registrar en la historia clínica la hora de inicio y fin del lavado vesical continuo y el ritmo de irrigación.
Observaciones para el lavado vesical continuo:
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El soporte para suero debe estar por encima del nivel de la vejiga del niño.
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El ritmo de irrigación se disminuirá según el grado de aclaramiento observado en la bolsa colectora.
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Para impedir la entrada de aire en la vejiga se cambiará la bolsa de suero para irrigación antes de que se vacíe por completo.
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Controlar la salida del líquido y vigilar las características de la orina (color, presencia de moco, coágulos o sedimento, etc.) para valorar la efectividad del lavado continuo.
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Tener en cuenta, a la hora de recoger muestras de orina, que ésta se encontrará diluida por efecto del suero de irrigación.
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En cada turno, contabilizar como entrada la cantidad de suero de irrigación utilizado y como salida la cantidad de líquido recogido en la bolsa de orina.
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Cambiar, mediante técnica estéril, el equipo de irrigación cada 48 horas.
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Cuando se interrumpa la irrigación de la vejiga y la sonda deba permanecer colocada, desconecte el equipo de irrigación y coloque un tapón estéril especial para sonda vesical en la luz de irrigación.
LAVADO VESICAL INTERMITENTE-Sistema cerrado
Equipo:
La técnica será llevada a cabo por una enfermera, ayudada por una auxiliar de enfermería.
Material necesario:
|
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Imagen 14: Conector universal.
Descripción de la técnica:
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Una vez instaurada la sonda vesical (véase el capítulo Sondaje Vesical), llenado el globo de retención y conectada al sistema colector de orina, comprobar que sale orina hacia el colector.
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Lavado higiénico de manos y colocación de guantes no estériles.
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Clampar con la pinza de plástico la vía de la sonda que conecta con la bolsa colectora de orina.
-
Cerrar la pinza del equipo de irrigación y conectar el equipo a la bolsa de suero fisiológico. Colgar la bolsa en el soporte para suero y purgar el sistema. Colgar el extremo libre sobre el soporte para suero de forma que éste no toque nada.
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Retirada de guantes no estériles, lavado higiénico de manos y colocación de guantes estériles.
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Con la ayuda de la auxiliar de enfermería, colocar un paño estéril bajo la conexión de la sonda y el sistema colector.
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A falta de conexiones en Y adecuadas, se “montará” una con las conexiones y adaptadores.
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El primer paso es desconectar las dos partes de que constan los conectores universales, ya que sólo serán útiles las partes de mayor calibre.
Imagen 15: Desconexión de las dos partes del conector universal.
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A una de estas partes de mayor calibre es necesario cortarle parte del látex, tal como se muestra en las Imágenes 16 y 17.
Imágenes 16 y 17. |
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En la imagen 18 se puede apreciar cómo irán colocadas las conexiones, el adaptador, la sonda, el equipo de irrigación y la bolsa colectora.
Imagen 18.
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Montar las conexiones tal como se muestra en la imagen 19 y pedir a la auxiliar que abra la pinza del equipo de irrigación para purgarlas.
Imagen 19.
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Limpiar con gasas impregnadas en antiséptico la conexión de la sonda y la bolsa de recolección de orina.
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Desconectar la sonda de la bolsa colectora (utilizar las gasas estériles para no tocar con los guantes estériles la sonda) y conectar el “montaje” tal como muestra la Imagen 20.
Imagen 20.
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Desclampar la sonda y comprobar que sale orina hacia la bolsa colectora.
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Envolver las conexiones con paño estéril y mantenerlas siempre lo más asépticas posible.
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Para irrigar la vejiga, se clampará con pinza de plástico (o con el clamp que trae incorporado) el sistema de drenaje, y para drenar la orina, se clampará el equipo de irrigación.
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Fijar con esparadrapo al muslo la sonda, el tubo de recolección de orina y el equipo de irrigación.
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Registrar en la historia clínica la hora de inicio y fin del lavado vesical intermitente, el ritmo de irrigación y la frecuencia irrigación/drenaje.
Observaciones para el lavado vesical intermitente-sistema cerrado:
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Se utilizarán pinzas de plástico para clampar el equipo de irrigación y el sistema de drenaje para evitar manipular la llave de 3 pasos y las conexiones (por el riesgo de infección y por la posibilidad de obstrucción de estas al manipularlas).
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Extremar las medidas de asepsia en este tipo de lavado vesical: TODA manipulación ha de hacerse mediante técnica estéril.
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El ritmo de irrigación y la frecuencia y tiempo de irrigación/drenaje la determinará el grado de aclaramiento observado en la bolsa colectora.
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Cuando no esté indicada la irrigación de la vejiga, retirar las conexiones y colocar un colector de orina estéril directamente a la sonda.
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Cambiar, mediante técnica estéril, el equipo de irrigación cada 48 horas.
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Para impedir la entrada de aire en la vejiga se cambiará la bolsa de suero para irrigación antes de que se vacíe por completo.
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Controlar la salida del líquido y vigilar las características de la orina (color, presencia de moco, coágulos o sedimento, etc.).
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El soporte para suero debe estar por encima del nivel de la vejiga del niño.
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Tener en cuenta, a la hora de recoger muestras de orina, que ésta se encontrará diluida por efecto del suero de irrigación.
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En cada turno, contabilizar como entrada la cantidad de suero de irrigación utilizado y como salida la cantidad de líquido recogido en la bolsa de orina.
LAVADO VESICAL INTERMITENTE-Sistema abierto
Equipo:
La técnica será llevada a cabo por una enfermera, ayudada por una auxiliar de enfermería.
Material necesario:
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Descripción de la técnica:
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Una vez instaurada la sonda vesical (véase el capítulo Sondaje Vesical), llenado el globo de retención y conectada al sistema colector de orina, comprobar que sale orina hacia el colector.
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Clampar con la pinza de plástico la vía de la sonda que conecta con la bolsa colectora de orina.
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Lavado higiénico de manos y colocación de guantes estériles.
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Utilizando una técnica aséptica, abrir el paño estéril y colocarlo bajo la conexión de la sonda vesical y la bolsa de recolección de orina.
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Con la ayuda de la auxiliar de enfermería, cargar la jeringa con el suero fisiológico mediante técnica aséptica: sacar el émbolo de la jeringa, taponar con un dedo el cono de esta (Imagen 21), solicitar a la auxiliar que llene la jeringa y colocar de nuevo el émbolo. Colocar la jeringa sobre el paño estéril.
Imagen 21.
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Limpiar con gasas impregnadas en antiséptico la conexión de la sonda y la bolsa de recolección de orina.
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Desconectar la sonda de la bolsa colectora (utilizar las gasas estériles para no tocar con los guantes estériles la sonda) y conectar la jeringa cargada con el suero.
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Desclampar la sonda (Imágenes 22 y 23).
Imágenes 22 y 23. |
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Introducir lentamente el suero en cantidad adecuada a la edad del niño y el tamaño de su vejiga (máx. 30 cc. en niños grandes).
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Aspirar con suavidad el contenido vesical hasta conseguir, al menos, el volumen introducido previamente.
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Pedir a la auxiliar que clampe de nuevo esta vía de la sonda.
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Si es necesario, repetir el proceso hasta que el líquido salga claro o se resuelva la obstrucción, utilizando una jeringa y suero estéril en cada lavado.
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Desconectar la jeringa y conectar la bolsa de recolección de orina.
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Desclampar la sonda y comprobar que sale orina hacia la bolsa colectora.
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Fijar la sonda al muslo con dos tiras de esparadrapo.
Imagen 24: Fijación de la sonda.
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Registrar en la historia clínica la hora en que se ha realizado el lavado, la cantidad de suero introducida y la cantidad y características del líquido extraído (color, turbio o no, con coágulos o no, etc.).
Observaciones para el lavado vesical intermitente-sistema abierto:
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La jeringa y el suero fisiológico deben ser estériles.
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En la jeringa no debe haber aire.
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Mantener el extremo del tubo del sistema colector de orina en el campo estéril, procurando su sujeción para evitar desplazamientos.
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Si no se ha conseguido extraer la cantidad de suero introducida, descontarlo de la próxima recogida de orina, pero nunca forzar la extracción para no lastimar la mucosa que recubre la vejiga ni colapsar la sonda.
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En caso de dificultad tanto en la entrada como en la salida del líquido, se valorará el cambio de sonda.
Pensamiento crítico
Hace unos años se realizaban irrigaciones con cierta frecuencia para lavar la vejiga e instilar medicamentos. Actualmente se ha comprobado que las irrigaciones pueden irritar los tejidos y favorecer la infección si no se mantienen medidas de asepsia durante el procedimiento.
No obstante, dado que el sondaje vesical es una técnica muy cruenta y agresiva para el niño, debemos considerar el lavado vesical como forma de prevenir la obstrucción de la sonda vesical y las reinserciones de nuevas sondas.
Es de vital importancia la elección del sistema de irrigación adecuado, puesto que cada vez que se desconecta la sonda del sistema colector aumenta el riesgo de entrada de bacterias. Si se prevé la necesidad de realizar lavados vesicales con cierta frecuencia, es mejor optar por el lavado vesical con sistema cerrado.
Así mismo, el empleo de material y técnica estéril también contribuirá a reducir el riesgo de infección asociado al procedimiento.
Complicaciones
Además de las propias del sondaje vesical, cuando se realiza la técnica de lavado vesical pueden presentarse graves complicaciones:
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Infección urinaria: es la más importante y la más frecuente.
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Para evitarla, sólo realizaremos la técnica cuando sea estrictamente necesario, emplearemos una técnica aséptica siempre y mantendremos la bolsa colectora por debajo del nivel de la vejiga.
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Rotura de la sutura de unión entre el uréter y la vejiga en niños transplantados de riñón
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Atonía de la vejiga.
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Rotura de la pared de la vejiga.
No obstante, pueden presentarse una serie de problemas, cuya aparición debemos prevenir y resolver en caso de que se produzcan:
PROBLEMA |
PREVENCIÓN |
ACTUACIÓN |
Distensión vesical. |
LAVADO CONTINUO: Controlar con frecuencia la permeabilidad de la sonda: el flujo de de salida debe corresponderse con el flujo de irrigación. LAVADO INTERMITENTE: Observación estrecha de la permeabilidad de la sonda entre los lavados. |
1. Descartar la obstrucción de la sonda.
2. Realizar un lavado vesical intermitente con sistema abierto para tratar de solucionar la obstrucción y que la sonda quede permeable.
3. Considerar el cambio de sonda. |
No aclaramiento de la orina. |
LAVADO CONTINUO: Regulación adecuada del ritmo de irrigación. LAVADO INTERMITENTE: Adecuar la frecuencia con que se realizan los lavados. |
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Dolor. |
Controlar con frecuencia la permeabilidad de la sonda para evitar que se obstruya y provoque una retención urinaria. |
|
Espasmos vesicales. |
Controlar con frecuencia la permeabilidad de la sonda para evitar que se obstruya y provoque un incremento de los espasmos vesicales. |
Cuidados de enfermería al paciente con lavado vesical
a) Con respecto al paciente:
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Se limpiará el meato urinario con agua y jabón una vez al día y siempre que se ensucie con heces. Lavar bien los restos acumulados en la sonda cerca del meato. Girar esta sobre su eje longitudinal para evitar adherencias (nunca introducir la sonda ni tirar de ella).
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Aunque los sistemas de recolección de orina dispongan de válvula antirreflujo, tomar la precaución de clampar la sonda vesical y procurar que la bolsa quede siempre por debajo del nivel de la vejiga cuando movilice al niño y al trasladarlo de una cama a otra. Tan pronto como sea posible, bajar la bolsa y despinzar la sonda.
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Valorar los indicadores de infección urinaria (aumento de la temperatura, escalofríos, dolor en flanco suprapúbico, orina turbia o maloliente, etc.), y si hay sospecha, enviar la punta de la sonda a microbiología.
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Contabilizar la cantidad de suero de irrigación utilizado y la cantidad de líquido recogido en la bolsa de orina para el balance hídrico.
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Para la toma de muestras de orina, tener en cuenta la realización de los lavados vesicales.
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Conocer las situaciones clínicas y sustancias endógenas y exógenas que pueden colorear la orina de rojo, pardo o negro y confundirse con hematuria:
COLOR ROSADO, ROJIZO, BURDEOS |
MARRÓN OSCURO, NEGRA |
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Fármacos y tóxicos |
Asociada a enfermedad |
Fármacos y tóxicos |
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Amidopirina |
Ibuprofeno |
Alcaptonuria |
Alanina |
Benceno |
Metildopa |
Aciduria homogentísica |
Resorcinol |
Cloroquina |
Nitrofurantoína |
Melanina |
Timol |
Desferoxamina |
Plomo |
Metahemoglobinemia |
|
Difenilhidantoína |
Rifampicina |
Tirosinosis |
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Fenacetina |
Sulfasalacina |
|
|
Fenotiacinas |
|
|
|
Alimentos y colorantes |
Pigmenturia |
|
|
Antocianina |
Hemoglobina |
|
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Colorantes nitrogenados |
ITU (S. marcensens) |
|
|
Fenolftaleína |
Mioglobina |
|
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Moras |
Porfirinas |
|
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Remolacha |
Uratos |
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Rodamina B |
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Fuente: R. Hernández y J. Marín.
b) Con respecto a la técnica:
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Mantener las máximas condiciones de asepsia en la realización de la técnica y en toda manipulación de la sonda.
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Evitar desconexiones innecesarias de la sonda siempre que se puedan utilizar sistemas cerrados de drenaje.
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Control frecuente y observación estrecha de la permeabilidad de la sonda, especialmente importante en el caso del lavado vesical continuo.
c) Con respecto líquido de entrada:
– El líquido de irrigación, para cualquier tipo de lavado vesical, debe estar a temperatura ambiente y ser estéril.
d) Con respecto al flujo de salida y sistema colector:
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Evitar obstrucciones o retenciones de orina evitando el acodamiento de la sonda y del sistema colector. Impedir que la orina se acumule en el tubo manteniendo el flujo libre de la misma, siempre en dirección descendente.
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Mantener la bolsa colectora de orina por debajo del nivel de la vejiga del niño y evitar elevarla por encima de este nivel.
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Mantenerla fijada al soporte para evitar traumatismos.
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Drenar periódicamente y de forma aséptica la bolsa colectora en función de la diuresis, procurando espaciarlo al máximo.
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Utilizar dispositivos colectores con válvula antirreflujo, si se dispone de ellos.
-
Usar, siempre que sea posible, ldispositivos de circuito cerrado (con grifo):
< >
Urinómetro: se trata de un sistema cerrado para mediciones precisas de diuresis.
Imagen 25: Urinómetro
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Bolsas de circuito cerrado: disponen de válvulas antirreflujo, llave de vaciado y zona para recogida de muestras.
Imagen 26: Bolsa de circuito cerrado.
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Estos dispositivos colectores de orina se cambiarán cada 15 días.
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e) Con respecto a la sonda:
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En niños es preferible la utilización de sondas vesicales con fiador.
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El globo de la sonda se ha de rellenar con agua destilada. La capacidad del mismo está determinada por el calibre de la sonda y viene inscrito en la misma.
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Lavado higiénico de manos y uso de guantes estériles antes de manipular la sonda.
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Vigilar torsiones y acodamientos de la sonda.
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Evitar pinzamientos y manipulaciones innecesarias de la sonda.
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Cuando haya que clampar la sonda, procurar hacerlo en el tubo del sistema de drenaje urinario, no en la sonda misma.
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No está totalmente demostrado que sea útil para controlar la infección el cambio sistemático a intervalos fijos de las sondas vesicales, por lo que se procederá al cambio de la sonda vesical permanente cuando se presenten:
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Obstrucción de la sonda imposible de permeabiilizar.
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Signos clínicos o biológicos de infección.
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Roturas o pérdidas de la unión entre la sonda y el tubo de drenaje.
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Bibliografía utilizada
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El niño sometido a intervenciones quirúrgicas. En: Broadribb V. Enfermería Pediátrica. 3ª Edición. México: Harla; 1985. p. 569.
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Urine Catheterization: Insertion and Renoval. En: Bowden VR, Greeenberg CS. Pediatric Nursing Procedures. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins; 2003. p. 597-604.
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Lavado de una sonda urinaria. En: Perry AG, Potter PA. Enfermería Clínica: técnicas y procedimientos. 4ª Edición. Madrid: Harcourt-Brace; 1999. p. 834-839.
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Force Sanmartín E, Oto Cavero I. Procedimientos de Enfermería. En: Blasco RM dir. Master de Enfermería Enfermería Médico-Quirúrgica Necesidad de nutrición y eliminación. Barcelona: Masson; 2003. p. 211-218.
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Lavado vesical permanente. En: Perry AG, Potter PA. Guía clínica de enfe