Fiebre- reumática


Fiebre- reumática








La fiebre reumática continúa siendo en las zonas rurales un problema de salud, especialmente en niños. Con frecuencia se consulta en los servicios de urgencia por un cuadro febril agudo con artritis concomitante. Es saber reconocer y tratar una fiebre reumática en sus estados iniciales evitan las secuelas cardíacas posteriores.

DEFINICIÓN

Es una enfermedad inflamatoria sistémica del tejido conectivo, aguda o subaguda, que aparece como una secuela retardada de una infección faríngea por estreptococos del grupo A en personas con predisposición genética a la enfermedad. Compromete principalmente el corazón, las articulaciones y el sistema nervioso central.

ETIOLOGÍA

Hasta el momento la evidencia de la relación entre la infección estreptocóccica faríngea y la fiebre reumática es indirecta y proviene de tres fuentes:

a. Clínica: la aparición de la enfermedad después de la faringitis estreptocóccica

b. Epidemiológica: las epidemias de infección faríngeas estreptocóccica son seguidas de un aumento en la incidencia de la enfermedad.

c. Inmunológica: la aparición de anticuerpos contra los estreptococos.

De los diversos mecanismos propuestos, el de mayor importancia es el inmunológico, por autoanticuerpos contra componentes cardíacos específicos. Estos anticuerpos son gammaglo bulinas con especificidad para los componentes cardíacos, que reaccionan especialmente con el sarcolema y producen el depósito de grandes cantidades de C3. Además están los factores de susceptibilidad individual como el marcador genético la mayor frecuencia de estenosis mitral en el sexo femenino y de la estenosis aórtica en el masculino.

EPIDEMIOLOGÍA

La frecuencia de la fiebre reumática ha venido decreciendo en los países desarrollados, especialmente en los Estados Unidos y en Europa. Este fenómeno comenzó a producirse aún antes del uso de la penicilina como profiláctico y se ha atribuido a la mejoría de las condiciones de vida, por ejemplo, la eliminación del hacinamiento.

En Colombia las estadísticas son escasas y no se han hecho estudios de población que den una idea exacta sobre la prevalencia y la incidencia y su evolución natural a través de los años.

PATOLOGÍA

La lesión patológica principal es una reacción inflamatoria difusa exudativa, proliferativa y no supurativa del tejido conectivo, que se localiza principalmente en el corazón, articulaciones y piel.

Aunque el compromiso cardíaco es el de una pancarditis, se puede aseverar que la lesión encontrada en el corazón es la única que se considera prácticamente patognomónica y consiste en el nódulo de Aschoff, que puede persistir por varios años. Este nódulo se caracteriza por una lesión focal granulomatosa en la vecindad de vasos sanguíneos, compuesta por un núcleo central de materia fibrinoide, rodeado por células grandes basófilas por lo general multinucleadas; los núcleos son grandes, vacuolados y tienen nucléolos notorios. La endocarditis consiste en una valvulitis verrugosa que deforma las valvas y que al cicatrizar puede conducir a daño permanente con regurgitación o estenosis, sobre todo de las válvulas mitral y aórtica, mucho menos frecuente de la tricúspide y por rareza de la pulmonar. La patología del nódulo subcutáneo es muy similar a la del nódulo de Aschoff.

En las articulaciones se encuentra una sinovitis exudativa, no proliferativa y que no deja cicatriz.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico se hace cuando se presentan dos criterios mayores o uno mayor y dos menores (Tabla No. 1).

Es necesario enfatizar que a pesar del refinamiento de muchas técnicas de laboratorio, el diagnóstico de fiebre reumática sigue siendo clínico. Para hacer honor a su nombre, es muy poco admisible el diagnóstico de fiebre reumática en pacientes sin fiebre y sin manifestaciones articulares, solamente con base en un título alto de antiestreptolisinas; error común que lleva a pacientes sin fiebre reumática a ser sometidos a tratamiento con penicilina benzatínica por varios años.

El cuadro clínico se caracteriza por la aparición de manifestaciones generales dos a cuatro semanas después de un faringitis; fiebre remitente sin grandes oscilaciones, epitaxix y en niños, dolor abdominal que puede conducir a diagnósticos erróneos.

Artritis. En su forma clásica compromete grandes articulaciones, especialmente en miembros inferiores, migratoria, consecutiva y sin secuelas, si se exceptúa una forma muy poco frecuente llamada artritis de Jaccoud que por persistencia de la inflamación erosiona las cabezas de los metacarpianos y termina en deformidades típicas de los dedos.

Carditis. Se diagnostica por la presencia de soplos, cardiomegalia, frote pericárdico, ritmo de galope, signo de insuficiencia cardíaca y taquicardia durante el sueño. El más frecuente es un soplo holosistólico de eyeccción de tonalidad alta grados II-III/IV. También se puede encontrar un soplo mesodiastólico apical de estenosis mitral relativa que desaparece en el curso de la enfermedad. Menos frecuentes son los de regurgitación aórtica en la base. En 40% de los casos se encuentra una prolongación del intervalo PR en el electrocardiograma.

Corea. Aparece casi exclusivamente en niños mayores de tres años y antes de la pubertad. Es una afección del sistema nervioso central caracterizada por inestabilidad emocional, movimientos involuntarios sin objeto y debilidad muscular.

Nódulos subcutáneos. Son también muy raros en niños menores de tres años y en adultos: son más frecuentes cuando hay carditis; de menor tamaño y más fugaces que los de la artritis reumatoidea, aunque su localización periolecraneana es similar.

Eritema marginado. Es una erupción eritematosa rosada de borde externo bien delimitado e interno difuso, no pruriginosa, fugaz, de corta duración.

Su localización es en el tronco, las regiones glúteas y la región proximal de las extremidades. También es más común en los casos con carditis.






Tabla No.1

PRONOSTICO

La enfermedad evoluciona en seis semanas en la mayoría de los casos (75%) y en 12 semanas (90%) ha terminado la evolución.

La frecuencia de las recurrencias ha ido disminuyendo desde que se instituyó la profilaxis secundaria. Por regla general en las recurrencias se repiten las características del ataque inicial.

Alrededor de 30% de los pacientes jóvenes o niños terminan con daño valvular permanente, es decir, con enfermedad cardíaca reumática crónica. Las lesiones en orden de frecuencia son: estenosis mitral, insuficiencia mitral, doble lesión aórtica y estenosis tricuspídea. La insuficiencia mitral inicial desaparece con frecuencia y la estenosis mitral se va desarrollando muy lentamente. La regurgitación aórtica, una vez que se vuelve sintomática, sigue un curso rápido progresivo.






Se cree que algunos casos de prolapso de la válvula mitral son secuelas de fiebre reumática. La estenosis mitral es más frecuente en las mujeres y la estenosis aórtica en los hombres; el pronóstico ha mejorado notablemente desde cuando comenzó el uso de la penicilina para tratamiento y profilaxis.

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL

En niños, principalmente con procesos febriles, la evolución y la aparición del cuadro típico hacen el diagnóstico. Lo mismo podría decirse de la diferenciación con la artritis reumatoidea juvenil del tipo de comienzo agudo sistémico y en adultos con las artritis reactivas cuya evolución es mucho más crónica. Tanto en adultos como en niños la rápida respuesta a los salicilatos, aun cuando no patognomónica, es muy característica.

En adultos el diagnóstico diferencial debe hacerse con:

a. Artrítis reactiva, específicamente a Yersinia enterocolítica

b. Coexistencia de fiebre reumática aguda y endocarditis bacteriana

c. Artritis séptica

d. Anemia de células falciformes

e. Lupus eritematoso sistémico

f. Enfermedad del suero

g. Enfermedad de Still de comienzo en el adulto

LABORATORIO

No hay en realidad un prueba de laboratorio diagnóstica de fiebre reumática. El título elevado de antiestreptolisina O (mayor de 200-250 U Todd) hace el diagnóstico de infección estreptocóccica reciente, que es uno de los criterios modificados de Jones para el diagnóstico de la enfermedad, pero por sí solo no hace el diagnóstico y viceversa, hasta 20% de los pacientes con fiebre reumática no tienen títulos anormales. El seguimiento del nivel del título de positividad tiene valor diagnóstico, pero no tiene valor pronóstico ni tampoco utilidad en el manejo del tratamiento.

Los indicadores de inflamación aguda, eritrosedimentación y proteína C reactiva, miden la actividad y la evolución de la enfermedad.

TRATAMIENTO

El tratamiento de la enfermedad ya declarada y diagnosticada se reduce al reposo y al uso de la aspirina en dosis aproximada de 100 mg por kg de peso por día, tratando de obtener un nivel plasmático de 25 a 30 mg por 100 ml. No cambia el curso de la enfermedad, como tampoco lo hacen los corticosteroides; mejora rápidamente la artritis y la fiebre es de menor duración. Los pacientes con carditis severa o con insuficiencia cardíaca deben ser tratados con prednisona, 40 a 60 mg por día.

El reposo debe ser mantenido por dos a tres semanas mínimo y, si hay carditis, alrededor de seis semanas. En presencia de insuficiencia cardíaca pueden utilizarse diuréticos y muy raramente la digital. Debe practicarse en forma simultánea la erradicación del estreptococo (véase prevención primaria).

PREVENCION

Prevención primaria. En Colombia es utópico pensar que se puedan caracterizar bacteriológicamente las faringolamigdalitis; por esto, cuando se acompañan de fiebre y exudado, se deben tratar como si fueran estreptocócicas. El tratamiento consiste en lo que se ha llamado erradicación del estreptococo; la droga de elección es la penicilina y la preparación más conveniente es la benzatínica intramuscular 600.000 U, dosis única para pacientes de peso menor de 30 kg o 1´200.000 U para los de peso mayor. En vez de la forma inyectable se puede usar la forma oral, penicilina G 200.000-250.000 U tres a cuatro veces al día por 10 días, u otras preparaciones orales como la penicilina V (alfafenoximetilpenicilina). En caso de alergia documentada a la penicilina, se usa la eritromicina 40 mg por kg de peso por día, sin pasar de 1 g por día. Las drogas bacteriostáticas como las sulfas y las tetraciclinas no se recomiendan por inefectivos en la prevención primaria.

Prevención secundaria. Es muy efectiva y si se lleva a cabo de manera adecuada prácticamente elimina las recurrencias. Se inicia con el tratamiento de erradicación del estreptococo descrito, seguido de la inyección mensual de 1´200.000 U de penicilina benzatínica. En los casos con alergia a la penicilina se puede usar la sulfadiazina: 0,5 g diariamente a pacientes con menos de 30 kg de peso y 1,0 g a los de mayor peso. Otra alternativa es el uso de eritromicina 250 mg dos veces al día.

No hay consenso absoluto sobre la duración de este tratamiento profiláctico. Lo ideal sería mantenerlo de por vida, pero se deben pesar individualmente las excepciones. Lógicamente los pacientes con enfermedad valvular deben continuar el tratamiento de por vida, aun después del implante de válvulas prostéticas.

Los pacientes con enfermedad reumática valvular se deben someter al régimen recomendado para profilaxis de endocarditis bacteriana (ver guía de endocardítis).

PROFILAXIS DE ENDOCARDITIS BACTERIANA

ANTIBIOTICOS PROFILACTICOS PARA PROCEDIMIENTOS DENTALES O RESPIRATORIOS ALTOS

Régimen estándar: pacientes que no necesitan protección especial.

Penicilina V 2 gramos vía oral, una hora antes del procedimiento y seis horas después.

Para pacientes que no puedan utilizar la vía oral.

Penicilina acuosa G 2 millones de U IM o IV 30 a 60 minutos antes del procedimiento y luego un millón de U seis horas después.

Para pacientes alérgicos a la penicilina.

Eritromicina 1 gramo vía oral una hora antes del procedimiento y 500 mg seis horas después.

Régimen especial: válvulas prostéticas o pacientes que necesitan protección máxima.

Ampicilina 1-2 g vía oral o IV, gentamicina 1,5 mg/kg IM o IV 30 minutos antes del procedimiento, seguido por penicilina V, un gramo vía oral seis horas después, o por repetición del régimen del régimen parenteral ocho horas después.

ANTIBIOTICOS PROFILACTICOS PARA INSTRUMENTACION O CIRUGIA DE LOS TRACTOS GASTROINTESTINAL Y GENITOURINARIO.

Ampicilina 2 g IM o IV más gentamicina 1,5 mg por kg IM o IV, 30-60 minutos antes del procedimiento; una dosis adicional se puede suministrar ocho horas después.

Para procedimientos menores o repetitivos en pacientes de bajo riesgo.

Amoxicilina 3 g vía oral 30 minutos antes del procedimiento y luego 1,5 g, seis horas más tarde.

Para pacientes alérgicos a la penicilina.

Vancomicina 1 g IV, infusión lenta en una hora, iniciando una hora antes del procedimiento, más gentamicina 1,5 mg/kg IM o IV, una hora antes del procedimiento; este régimen puede ser repetido 8 o 12 horas después.

LECTURAS RECOMENDADAS

8. Joachim F. Fiebre reumática. En: Compendio de Terapéutica. Asociación Colombiana de Medicina Interna. Ediciones Acta Médica Colombiana. Santafé de Bogotá, 1992

9. Chameides L, Markowitz M. Rheumatic Fever. En: Conn´s Current Therapy. Edited by Robert Rakel. WB Saunders Company, Philadelphia, 1993

10. Pinals RS. Polyarthritis and fever. N Engl J Med 330:769, 1994

11. Amigo MC, Martínez-Lavin M, Reyes PA. Acute rheumatic fever. Rheum Dis Clin North Am 19:333, 1993

12. Iglesias A, Paéz O, et al. Fiebre reumática del adulto. Acta Med Colomb 9:99, 1984