Lactancia Artificial
Concepto
La lactancia artificial se realiza en nuestro medio a base de leches preparadas llamadas adaptadas o humanizadas. Se toma como materia prima para su elaboración la leche de vaca, a la que la industria alimentaria y farmacológica le ha introducido modificaciones en cuanto a su composición, sabor, solubilidad, etc., que la aproximan a la leche humana. Se comercializa como leche en polvo y se diluye en agua en la proporción que indica el envase.
La lactancia a base de biberón es el método seguido cuando la madre no se encuentra en disposición de dar el pecho al bebé, o bien cuando este requiera una alimentación especial.
Las leches adaptadas que existen hoy en el mercado proporcionan todos los nutrientes necesarios y son de fácil preparación y uso.
Las leches están comercializadas en forma de preparados, que pueden ser:
Preparados listos para tomar, que se sirven directamente del envase al biberón del bebé o puede acoplarse al propio envase un sistema que lleva tetina para tomarlo directamente.
Concentrados de leche en polvo a los que hay que añadir agua.
Material
Botes de leche maternizada de las que existen en el mercado, eligiendo la correspondiente según la edad del bebé. Generalmente se usa leche en polvo que se mezcla con agua. También se dispone de preparados lácteos comerciales ya envasados.
Recipiente biberón graduado.
Tetina y tapa para el recipiente.
Pañuelos de celulosa para uso absorbente encima del babero.
Pañales para cambiar el bebé.
Procedimiento
Para preparar el biberón deben seguirse los siguientes pasos:
Si es en el hospital, lávese las manos y póngase una bata limpia.
Si se trata de un preparado comercial ya listo, al conectar la tetina asegúrese de que la perforación de la misma es adecuada. Para ello hay que darle la vuelta al biberón y comprobar la cantidad de leche que sale. También hay que valorar la temperatura de la leche dejando caer unas gotas en la palma de la mano, sin tocar la tetina.
Si la tetina echa en exceso puede causar una broncoaspiración y, si es así, el bebé se cansará rápidamente y dejará de chupar. Un neonato tarda en tomar 45 mi de leche unos 20 minutos aproximadamente.
Es conveniente cambiarlo antes de empezar a darle el biberón.
. Para darle el biberón hay que sentarse cómodamente en una silla y acunar el bebé en un brazo, procurando que esté semisentado, sosteniendo la cabeza y espalda con ese brazo.
Hay que aproximarle la tetina a los labios e introducirla en la boca despacio hasta que empiece a succionar.
El biberón se va inclinando progresivamente a medida que va vaciándose el contenido para facilitar la salida de la leche, según el ritmo de succión del bebé.
Al terminar hay que colocar el niño sobre el costado para facilitar la expulsión de gases.
Siempre que el niño haya terminado de chupar y expulsado los gases se le debe acostar boca abajo (decúbito prono) o sobre el lado derecho (decúbito lateral derecho). En decúbito prono se evitan las broncoaspiraciones, y en decúbito lateral derecho se favorece la expulsión del aire que ha quedado en el estómago. Se deben alternar ambas posiciones.
Hay que tirar el sobrante de leche, nunca debe aprovecharse.
Registrar la hora de la toma y la cantidad ingerida, tipo de leche, apetito y si ha habido regurgitaciones.
Cambiar al niño si fuera necesario.
Limpieza del material
Los envases (vidrio o plástico duro, etc.), tetinas, soportes, y demás elementos deben lavarse con agua caliente y jabón, así como realizar la limpieza interior del biberón con un cepillo especial. Luego se esterilizan. Actualmente existen equipos de esterilización caseros que permiten realizarla en frío. Lo habitual es el uso del vapor a presión (olla a presión) que garantiza una buena esterilización. Después se guarda todo hasta la siguiente toma.
Cada vez que se realiza una toma debe lavarse y esterilizarse el biberón.
Para la preparación de biberones con leches comerciales hay instrucciones específicas en los envases de cada fabricante, que deben seguirse salvo indicación facultativa.