Maniobra De Leopold

Maniobra de Leopold

10 de October del 2016

Concepto

    Se denomina así a la maniobra, realizada en cuatro pasos, de palpación abdominal para determinar la presentación, situación y posición del feto.

Técnica

1ª maniobra. De cara a la mujer, palpar el fondo uterino para localizar la cabeza (dura y firme) o nalgas.

2ª maniobra. Una vez comprobada la localización de la cabeza, localizamos el dorso (derecha o izquierda). Se palpará el abdomen lateralmente haciendo presión sobre una mano, y con la otra identificaremos dorso o miembros fetales. Cambiamos posteriormente la presión de la mano, y con la otra se verifica dorso o miembros. El dorso se notará liso y firme y las extremidades nudosas o con protrusiones.

3ª maniobra. Nos confirmará la presentación fetal que la notaremos por encima de la sínfisis del pubis.

4ª maniobra. Cambiaremos nuestra posición (de espalda a la mujer) y buscaremos sobre la sínfisis la prominencia frontal que nos indique si ha descendido la presentación y si está flexionada o deflexionada.

En la segunda etapa del parto se produce el nacimiento del bebé, comienza cuando se alcanza la dilatación uterina completa y termina cuando nace el niño. El único signo objetivo y cierto del comienzo de esta etapa es la imposibilidad de palpar el cérvix durante el examen vaginal, así como otros signos de aparición no forzosa:

Aparición súbita de gotas de sudor sobre el labio superior.

Un episodio de vómito.

Aumento de la descarga vaginal sanguinolenta.

Temblores en las extremidades.

Aumento de la inquietud.

Esfuerzos involuntarios de pujo.

    La valoración en esta fase debe ser continua y se registrarán los siguientes puntos:

Frecuencia, fuerza y duración de las contracciones. Duración de la relajación uterina y respuesta fetal.

Frecuencia cardiaca fetal y si usamos vigilancia electrónica se valorarán los patrones de aceleración y desaceleración.

Pulso y presión arterial de la madre.

Estado de la vejiga.

Función y carácter del líquido amniótico.

El descenso fetal.

    La tercera y última etapa del parto va desde el momento del nacimiento del bebé hasta el alumbramiento de la placenta y sabremos que se produce de forma normal porque el fondo uterino presenta contracción firme y cambia de una forma discoide hasta una forma globular a medida que la placenta se desplaza hacia el segmento uterino inferior. Se presenta también un aumento aparente de la longitud del cordón umbilical a medida que la placenta se acerca al introito. Tras el parto aumenta el gasto cardiaco en la madre a medida que la circulación hacia la placenta cesa y la frecuencia del pulso se hace más lenta en respuesta al cambio en el gasto cardiaco. Poco después del parto se normalizan dichos niveles.

    Es vital en esta fase tener presente la posible aparición de signos que indiquen una alteración del nivel de conciencia o de la respiración por los rápidos cambios cardiovasculares que se producen. Por último se hará una inspección exhaustiva de la placenta para ver que el desprendimiento ha sido íntegro y no va a existir problemas de hemorragias. Se revisará siempre el estado del útero, vejiga urinaria, perineo, estado de hidratación y loquios.