Sinusitis aguda
Se entiende por sinusitis la inflamación de los senos paranasales. Esta afección suele aparecer tras una infección respiratoria alta, un traumatismo facial o una extracción dental.
Las infecciones de las vías aéreas superiores constituyen una de las causas más importantes de consulta médica, y la inflamación de los senos paranasales se convierte en una posible complicación debido a que el epitelio nasal se continúa con el de los mismos.
FISIOPATOGENIA
Los senos paranasales tienen diversas funciones: Calentar y humedecer el aire inhalado Secretar moco y captar partículas extrañas Aumentar la sensibilidad olfatoria Dar resonancia a la voz Servir de aislante térmico de los centros nerviosos Fisiológicamente existen elementos importantes en la estructura de los senos paranasales: la permeabilidad del ostium y la función e integridad del aparato ciliar y el sistema inmunosecretor.
Cuando ocurre la obstrucción completa del ostium se crea dentro de la cavidad una presión negativa en relación a la atmosférica que favorece la introducción de bacterias en el momento de la apertura de este orificio. La limpieza de los senos y el intercambio también se comprometen cuando el ostium se obstruye, lo cual conduce a disminución de la provisión local de oxígeno, reducción del pH y aumento del contenido de CO2.
Estos cambios favorecen la colonización bacteriana, producen disfunción ciliar e inhiben la actividad fagocitaria. La sinusitis puede dividirse en tres subgrupos: sinusitis aguda definida como aquella cuya aparición y evolución es inferior a tres semanas; sinusitis subaguda con evolución entre tres semanas y tres meses y sinusitis crónica con duración superior a los tres meses Los dos tipos más frecuentes de rinosinusitis aguda son la alérgica y la viral. La sinusitis bacteriana debe suponerse en pacientes con congestión severa, drenaje nasal espeso y purulento, dolor facial y fiebre. Los microorganismos causales más frecuentes son S. pneumoniae, H. influenzae, M. catarrhalis y S. pyogenes. Entre los organismos predominantes en las sinusitis son especies bacteroides y fusobacterias, todas ellas susceptibles a la penicilina. En la sinusitis crónica, las bacterias aeróbicas son muy frecuentes (H. influenzae, S. preumoniae y S. aureus).
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Dolor en la región frontal y malar, con sensación de pesadez y rinorrea purulenta. El paciente puede estar febril y tener antecedentes de estados gripales, una o dos semanas atrás, o de haber tomado baños en piscinas.
HALLAZGOS EN EL EXAMEN FÍSICO:
Drenaje faríngeo posterior muco-purulento Dolor a la palpación de los puntos de referencia de los senos paranasales maxilar y etmoidal Mediante la rinoscopia anterior se observa material purulento, congestión y/o edema del cornete inferior En la sinusitis etmoidal se presenta inflamación del borde interno de la órbita
TALES HALLAZGOS PUEDEN ESTAR ASOCIADOS CON:
Desviación del tabique septal
Rinitis vasomotora
Rinitis alérgica
En la rinitis vasomotora los cornetes se encuentran hipertróficos, presentan eritematosis y pueden ocluír la totalidad de la luz nasal.
En la rinitis alérgica la mucosa nasal tiene un aspecto pálido que puede alcanzar una tonalidad grisácea.
EXÁMENES PARACLÍNICOS
Las radiografías de los senos paranasales revelan opacificación del seno con engrosamiento de la mucosa.
En los casos severos y crónicos la TAC provee imágenes muy informativas. TRATAMIENTO Los objetivos del tratamiento son el control de la infección y la prevención de las complicaciones supurativas orbitarias o intracraneales.
Para el dolor se indican analgésicos tipo acetaminofen o dipironas. Es importante administrar descongestionantes sistémicos o tópicos para lograr permeabilidad del ostium. La antibióticoterapia requiere una adecuada selección del fármaco. Un mucolítico puede ser aconsejable para disminuir la viscocidad de las secreciones.
No se aconseja el uso prolongado de agentes descongestionantes nasales por más de tres días porque tienden a inducir taquifilaxis. En casos excepcionales la punción antral puede ser indicada para obtener material de cultivo o evacuar una colección purulenta.
También son útiles las irrigaciones nasales ordenadas y supervisadas por un otorrinolaringólogo.
En cuanto a la selección del antibiótico es necesario documentarse acerca de los agentes etiológicos. El Streptococcus pneumoniae es el organismo más frecuentemente aislado en la sinusitis aguda (43%); el Haemophilus influenzae se obtiene en el 31% de los casos; los anaerobios en el 10% y la Moraxella catarrhalis en el 15%.
La amoxicilina continúa siendo útil en el tratamiento de la sinusitis aguda puesto que cubre tanto el Streptococcus pneumoniae como el Haemophilus influenzae. Sin embargo, no protege contra los gérmenes productores de beta-lactamasa como la Moraxella catarrhalis.
La dosis indicada es de 500 mg cada 8 horas durante 10 días. El trimethoprim/sulfametoxazol tiene un espectro antibacteriano similar al de la amoxicilina, siendo bastante efectivo contra el Haemophilus; sin embargo, no cubre los estreptococos del grupo A.
La combinación de amoxicilina con ácido clavulánico es efectiva contra el Streptococcus pneumoniae, el Haemophilus influenzae y la Moraxella catarrhalis a dosis de 1 tableta (500 mg de amoxicilina + 125 mg de clavulanato de potasio) cada 8 horas durante 10 días. Actualmente se aboga por el uso de cefalosporinas de tercera generación por vía oral -cefixime- que tienen un amplio espectro, incluyendo las bacterias productoras de beta-lactamasa. La ventaja de estos fármacos reside en la dosis única diaria.
CRITERIOS DE INTERCONSULTA O REMISIÓN
Si la radiografía muestra opacidad de los senos paranasales, niveles hidroaéreos en éstos, desviación del tabique septal o hipertrofia de los cornetes (rinitis vasomotora), se debe remitir al especialista. Si el cultivo es positivo para gérmenes poco usuales (pseudomonas, hongos, serratia, etc.), posiblemente existe una enfermedad subyacente y debe ser remitido al especialista.