Sujeción mecánica y terapéutica
11 de October del 2016
Conceptos
En el campo de la Psiquiatría siempre se han empleado tratamientos de tipo somático. A medida que avanzan las investigaciones sobre la fisiopatología de las enfermedades mentales, se van desarrollando nuevas modalidades de tratamiento somáticos más perfectas y sofisticadas. Al mismo tiempo se siguen manteniendo modalidades terapéuticas tales como las restricciones que fue uno de los primeros métodos de asistencia de enfermería para los pacientes psiquiátricos.
La sujeción terapéutica
Consiste en el empleo de sistemas de inmovilización mecánicos para el tórax, las muñecas, los tobillos, etc. En esta era de preocupación por los derechos humanos y las libertades civiles, las sujeciones mecánicas o el aislamiento deben aplicarse con suma discreción y las máximas garantías de seguridad.
La principal acción de enfermería es impedir las conductas que obligan a utilizar las sujeciones mecánicas, éste debe ser siempre el último recurso.
Indicaciones
Conducta violenta de un paciente que resulte peligrosa para él mismo o para los demás.
Agitación no controlable con medicamentos.
Representan una amenaza para su integridad física debidas a la negación del paciente a descansar, beber, dormir.
En situaciones de riesgo que no puede ser controlado de ninguna otra manera, pueden contenerse temporalmente, para recibir la medicación, o durante largos periodos, si no se pueden administrar los fármacos o no le hacen el efecto esperado y continúan siendo peligrosos. Es frecuente que los pacientes sujetos se calmen después de transcurrido algo de tiempo.
A nivel psicodinámico, estos pacientes incluso pueden recibir con satisfacción el control de sus impulsos, pero deben estar indicados terapéuticamente.
Principios generales
Son aplicables en cualquier situación, aunque no existen normas fijas sobre cómo hay que actuar ante una situación de violencia (muchas veces reina la improvisación).
Distraer al paciente: se intervendrá cuando exista un número suficiente de personas, cuatro o cinco, se informará al resto de compañeros a través del teléfono o la alarma. Mientras, se deberá vigilar y distraer la atención del paciente. Nos colocaremos a una distancia adecuada. Se le informará de que está perdiendo el control pero que se le va ayudar si él lo desea. Todo ello en un tono firme pero comprensivo.
Debe existir un plan de actuación preacordado.
Preparación del personal: debe despojarse de todo objeto peligroso para su integridad física y también la nuestra (gafas, relojes, pulseras, pendientes, etc.).
Evitar público: ya que el paciente va a adoptar una posición más heroica que la que tendría si estuviera sólo. Además servirá para aumentar la ansiedad en los demás pacientes (especialmente en pacientes paranoides).
Momento de la intervención: en el momento que muestra signos de violencia inmediata: ejecuta actos violentos contra objetos, si observa personas cerca, actuará contra ellas. El momento indicado será: mientras destruye los objetos, cuando se detiene a recuperar fuerzas.
Número de personas: será de cuatro o cinco, es importante que el grupo sea lo más numeroso posible, porque una demostración de fuerza puede ser suficiente para interrumpir la acción. Cada una de las extremidades será sujetada por un miembro del equipo.
Actitud del personal: se va a reducir a un paciente con intención terapéutica. Deben disponerse de sedantes parenterales. Nunca utilizarlo como un castigo.
El personal será en todo momento: profesional, no mostrará cólera, ni afán de castigo, actitud enérgica pero amable, respetuoso, evitando golpearle o someterlo a posturas humillantes, se actuará impidiéndole el movimiento, evitar insultos, blasfemias.
Sujeción: cada miembro tiene asignada una extremidad. Se deben evitar los huesos largos y tórax, por riesgo de lesiones. Se sujetarán las extremidades en la zona más distal.
Siempre debe estar autorizada por el médico, aunque sea de forma de verbal, pero siempre mejor por escrito en la hoja de órdenes médicas.
Se debe registrar minuciosamente la razón de la contención, la duración, el curso del tratamiento y la respuesta del paciente mientras esté sujeto.
Se deben emplear exclusivamente sistemas homologados de sujeción física, como en nuestro caso los equipos de SEGUFIX, son los medios más seguros y firmes.
El equipo de sujeción de segufix
Consta de distintos elementos:
Cinturón ancho abdominal.
Arnés hombros tórax.
Tiras para cambios posturales.
Muñequeras.
Tobilleras.
Botones magnéticos.
Llaves magnéticas.
Técnica de la sujeción terapéutica
Explicarle al paciente por qué se le va a sujetar.
Para sujetar a un paciente deberían estar un mínimo de cuatro personas.
Un miembro del equipo siempre debería estar visible para el paciente, y su cometido será tranquilizarle durante la sujeción. De esta manera se ayuda al paciente a aliviar su temor al desamparo, impotencia y pérdida de control.
Deberían sujetarse con las piernas extendidas y ligeramente abiertas para sujetarlas por los tobillos bien a las tiras del segufix o al travesero de la cama.
Los brazos extendidos a lo largo del cuerpo y separados ligeramente de éste, para sujetarlos por las muñecas, a las tiras del segufix o al travesero de la cama.
El tronco se debe sujetar firmemente a la cama con la correa especial (más ancha) diseñada para ese efecto. Cuidado que no esté floja, por que podría deslizarse por ella y ahorcarse, ni tampoco excesivamente fuerte, que le dificulte la respiración.
La sujeción debe permitir administrar perfusión endovenosa por el antebrazo, así como recibir líquidos o alimento.
Mantener la cabeza del paciente ligeramente levantada para disminuir sus sentimientos de indefensión y para reducir la posibilidad de aspiración pulmonar.
Comprobar periódicamente cada poco tiempo las sujeciones por la seguridad y la comodidad del paciente.
Después de contener al paciente, el médico debe comenzar el tratamiento mediante una intervención verbal.
Incluso cuando están sujetos la mayoría de los pacientes necesitan medicación antipsicótica de manera concentrada y por vía intramuscular.
Cuando el paciente esté bajo control, se deben ir eliminando las restricciones a intervalos de cinco minutos, hasta que el paciente tenga sólo dos. Las restantes se eliminaran al mismo tiempo, ya que el paciente no se puede contener con una sola sujeción.
La sujeción mecánica debe continuar el menor tiempo posible, a medida que el paciente se va tranquilizando se le deben ir retirando sujeciones.
Prevenir los tromboembolismos:
a) Para evitar tromboembolismos sobre todo en ancianos debe liberarse una extremidad de las cuatros cada 30 minutos.
b) Para una inmovilización superior a las 24 horas o en pacientes con factores de riesgo requerirá hacer profilaxis de trombosis, con heparina de bajo peso molecular (RBPM).
Acciones de Enfermería en un paciente sujeto terapéuticamente
Mantener la dianidad v la_autaestima del paciente porque la pérdida de control y la imposición de sujeciones mecánicas pueden resultar muy penosas para el paciente:
Preservar la intimidad del paciente.
Explicar la situación a los otros pacientes sin revelar la información que el paciente considere confidencial.
Mantener contacto verbal con intervalos regulares mientras se halle despierto.
Asignar a un auxiliar del mismo sexo del paciente para que se ocupe de sus cuidados personales.
Implicar al paciente en planes para poder finalizar la sujeción mecánica.
Desacostumbrar progresivamente al paciente a la seguridad que supone un entorno de aislamiento.
Mantener la integridad física porque ellos no van a poder atender sus necesidades fisiológicas y pueden sufrir los riesgos que implica la inmovilidad.
Comprobar las constantes vitales periódicamente.
Ayudar al paciente en la higiene personal.
Acompañarle al cuarto de baño o proporcionarle cuña u orinal.
Regular y controlar la temperatura de la habitación.
Realizar los cambios posturales necesarios.
Almohadillar las sujeciones.
Ofrecer alimentos y líquidos.
Observarle frecuentemente y retirar todos los objetos peligrosos de su entorno.